Realizan foro por Reforma Laboral en Talcahuano “esta reforma es mucho peor de lo que esperábamos”

Por la tarde de este jueves 16 de abril se desarrolló la jornada "No a la Reforma Laboral Patronal" que tuvo como expositora a la abogada Margarita Peña, de la Conferencia Intersindical de Trabajadores que en conjunto con el Taller Sindical La Clase y la Corriente Político Sindical decidieron enfrentar en forma conjunta la coyuntura abierta por la reforma laboral. Tras la exposición Resumen logró conversar con la abogada.

En tu exposición señalabas que "esta reforma es mucho peor de lo que esperábamos". ¿A qué te refieres con esto?

Cuando el gobierno anunció que iba a haber una reforma laboral prometió que se iba a poner fin a al plan Laboral que viene de Pinochet, que se iba a poner fin a los reemplazos en las huelgas y que iba a haber titularidad sindical, que al fin iba a haber un piso para la negociación colectiva y analizando estrictamente el articulado de ese proyecto, no se cumple con esos objetivos.

¿Qué es lo más peligroso que ves dentro de este nuevo articulado?

Hay dos aspectos que yo diría que son espantosos. Uno es la posibilidad de pactar jornadas excepcionales de trabajo en una negociación colectiva y una vez pactado imponerlo al resto de los trabajadores sin que manifiesten su voluntad. Y que va a significar barrer con una conquista histórica como lo es la limitación de la jornada de trabajo (...) se podría llegar a un pacto de flexibilidad horaria, establecer una jornada de 12 horas diarias, 7 días seguidos y se puede hacer en las empresas que tengan un 30% de sindicalización. Una vez que ese 30% o ese sindicato que agrupa un 30% de trabajadores apruebe un pacto de adaptabilidad después la empresa va uno por uno al resto de los trabajadores que no participaron en el sindicato y les presenta una modificación de contrato de trabajo. Si aceptan van sumando más trabajadores hasta llegar al 50%: cuando tienen el 50% más uno de los trabajadores involucrados en un pacto así, se impone automáticamente al resto de los trabajadores.

El otro gran tema es el problema de la criminalización de la huelga que en realidad es un intento de castigar la combatividad que se ha manifestado en las huelgas en los últimos años.

La han denominado la ley anti portuarios, anti retail…

Contra portuarios, contra el retail, contra la huelga de Correos, contra las huelgas significativas.

¿A eso se refieren con «modernización» de las relaciones laborales?

Lo que ellos quieren es lograr un sindicalismo dialogante con la empresa, un sindicalismo amarillo, apatronado, que renuncie a las formas clásicas de lucha de la clase obrera como son las huelgas, las manifestaciones callejeras, la formación de piquetes y lo que las masas entienden por combatividad, lo que entienden cuando dicen "yo voy a luchar por lo mío"

La evaluación del proyecto es francamente mala, pero en tu exposición señalaste algunos aspectos marginales beneficiosos ¿Cuáles son?

Si, hay algunos. Uno se refiere a la extensión de beneficios que actualmente la ley diseñada por Pinochet establece que la empresa puede unilateralmente extender los beneficios conquistados con lucha por los trabajadores sindicalizados a los no sindicalizados, por la pura voluntad de la empresa. Y uno de los aspectos positivos de este proyecto de reforma es que plantea que la extensión de beneficios debe ser acordada en el sindicato, o sea, le da más poder al sindicato en ese sentido.

Ahora, lo que pasa es que hay una cuestión estructural que es que mientras se mantenga la sindicalización por empresa, mientras no se avance a la sindicalización única por rama, en realidad, el sindicalismo va a continuar débil y va a suplir o va a proteger a un número limitado de trabajadores. Hoy día en Chile la sindicalización no sobrepasa en 10 o el 12%. Es decir, el 90% de los trabajadores no está sindicalizado, por lo tanto una reforma que realmente busque fortalecer el sindicalismo debería cuestionar la unidad básica que es la empresa.

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