[resumen.cl] Desde sus orígenes, la escuela ha constituido un espacio de normalización cultural para una población diversa, un conjunto de procedimientos arbitrarios justificados en un inhabilitante civismo y una falaz meritocracia. Si bien su argot se renueva aproximadamente con cada quinquenio, sus fundamentos persisten incólumes, evidenciando la función política de esta institución.
A pesar de ello, dentro de sus compartimientos, a veces bullen cuestionamientos e impugnaciones a sus procesos, a sus omisiones e imposiciones, generándose oportunidades para interpretar auténticamente las propias experiencias y pensar en nuevos escenarios que favorezcan el desarrollo de las capacidades humanas en el respeto (no nominal) de sus de sus diferencias. Por su parte, la educación artística puede representar una oportunidad contributiva a este propósito y es en ese sentido que distintas agrupaciones del sector han bregado por la incorporación de la danza al currículo nacional. Hasta ahora han conseguido que teatro y danza constituyan asignaturas electivas para estudiantes de tercero y cuarto medio y por estos momentos se han volcado a una campaña para la incorporación total de la danza en el sistema escolar.
A continuación, las integrantes de la Red de Danza Biobío, Natalia Ulloa Vidal, Monserratt Larenas Cabrera, Andrea Briano Villa y María José Yáñez Vidal contestaron las consultas de Resumen en torno a esta demanda y los argumentos que la sostienen.
– La incorporación de danza y teatro como asignaturas electivas para estudiantes de tercero y cuarto medio en 2019 ha sido fruto de un incesante trabajo organizativo de años. Háblennos de este proceso.
Andrea Briano: Efectivamente, nosotros como Comisión de Educación de la Red Danza Bío-Bío, hacemos eco de un trabajo de décadas, realizado principalmente por SINATTAD Sindicato de Trabajadores Artistas de la Danza, y liderado fundamentalmente por la ex Bailarina Profesional y Docente en Danza Anabella Roldán, quien con gran insistencia y hasta el día de hoy gestiona la inserción de la danza en la educación. Citando un poco la historia de este proceso en sus propias palabras:
"La reforma curricular de los 90 consideró necesaria la elaboración de programas de estudio para 3° o 4° medio de la formación diferenciada humanístico científica, en las disciplinas de "danza" y "teatro" (aa ee), incluidas en "artes visuales" (entendemos que, como danza y teatro no son disciplinas curriculares, para poder incluirlas hubo que incorporarlas a alguna disciplina curricular que, en este caso, fue artes visuales). Este programa curricular fue aprobado por el ex – consejo superior de educación, cse, el 24 de abril de 2003.
Posteriormente, en el ámbito de la más popularmente llamada "educación artística especializada" o "escuelas artísticas", el 19 de enero de 2006, el ex - consejo superior de educación, por acuerdo n° 002 de 2006, informó favorablemente la propuesta de objetivos fundamentales terminales para la formación diferenciada artística en la enseñanza media, propuesta por el ministerio de educación.
Con esa base, el MINEDUC elaboró el decreto supremo n° 3 del 05 de enero de 2007. Dicho decreto supremo fue, complementado por los decretos exentos n° 2507 y 2508 -ambos del 18 de diciembre de 2007- referentes a básica el primero y primer ciclo de media el segundo, mediante los cuales el MINEDUC propuso objetivos y contenidos adicionales de formación artística para esos niveles, completando la propuesta de marco curricular desde 1° básico a 4° medio, para escuelas artísticas."
Podemos vislumbrar tras revisar la historia que finaliza con la creación del Marco curricular para la danza de primer básico a cuarto medio, lo complejo y lento que ha sido el proceso de inserción de la danza a la educación, proceso que aún sigue en curso, donde el Acuerdo 56 del 15 de Mayo de 2019, que incorpora danza y teatro (por separado) al currículo de tercero y cuarto medio, si bien es una excelente noticia, representa un pequeño paso para realmente contar con la danza como disciplina curricular para que niñas niños y jóvenes logren vivenciarla, estudiarla y disfrutarla.
-Hace algunas semanas se comunicó la suspensión del programa de educación artística Acciona para numerosas regiones. ¿Qué representa esta demanda sostenida por ustedes en este contexto desfavorable?
Andrea Briano: Representa las contradicciones de un modelo administrativo y económico que se cae a pedazos y que necesita ser reformado con urgencia. Pues lxs artistas educadores somos un universo amplio de trabajadores que merece ser respetado en sus derechos y condiciones laborales, y por otra parte el estudiantado escolar necesita de las artes para su desarrollo y formación integral.
Recordemos las movilizaciones del año 2006 donde lxs jóvenes estudiantes logran establecer diálogo con la entonces presidenta Michelle Bachellet, dando a conocer sus demandas y llegando a acuerdo, que gesta la Ley General de Educación. Esta, la Ley General de Educación, LEGE (2009), en el Artículo 2º declara que "la educación tiene como finalidad alcanzar el desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico -de las personas- mediante la transmisión y el cultivo de valores, conocimientos y destrezas".
Igualmente, el TITULO I, Artículo 20 de la Ley, estipula que "en Chile existen tres modalidades de enseñanza Media: a saber, Científico Humanista, Técnico Profesional, y Artística"
"La formación diferenciada artística está orientada a la formación especializada definida en términos de perfiles de egreso en las diferentes áreas artísticas de interés de los alumnos. Dicha enseñanza habilita, por otra parte, al estudiante, para continuar su proceso educativo formal a través de la educación superior o incorporarse a la vida del trabajo".
Lo anterior pone de relieve el deber que las instituciones del estado ligadas a la educación, las artes y las culturas tienen para con la implementación de las artes en el currículum escolar y la garantía del acceso a la educación de las artes para niñas, niños y jóvenes en edad escolar de todo el país.
Nuestra demanda #EXIGIMOSDANZAENLAEDUCACI"N es un llamado que pretende re-pensar y revolucionar el sistema educacional, ubicando a las artes en equilibrio con las ciencias humanas y exactas. Y devolviendo el cuerpo a las y los estudiantes, citando a Mafalda Villa, Docente y Magister en Literatura Hispano-Americana "Debiera existir desde los inicios una educación basada en el cuerpo. Al decir de Julián de Ajuriaguerra, en lo único que el niño-a es: su cuerpo. Esto es, la raíz desde donde será posible alimentar su existencia y propiciar su florecer. Respetando la naturaleza individual e integral de la niña-o .Y aprovechando el placer y la alegría que surge del movimiento espontáneo y vivido, cada niño-a estará en condiciones de ir construyendo una personalidad sana, alegre.
Se desprende de la propuesta de Wallon: del "acto al pensamiento", esto es, de la práctica a la teoría, de la acción a la reflexión y a la toma de conciencia.
Desde ella hacemos realidad el ejercicio del pensamiento concreto, pre y post operatorio que señala Piaget, para incentivar el ejercicio del pensamiento formal, la simbolización y la abstracción. Integrando el lenguaje oral (el diálogo), el símbolo y la representación y la memoria (la diagramación), ayudamos a que el educando internalice sus experiencias vividas corporalmente y alcance la formulación del concepto y/o el control de sus emociones y sentimientos.
Desde esta perspectiva, la danza es esencial a la educación, dado que la danza constituye una práctica que permite develar un lenguaje simbólico y corporal. Un lenguaje que unifica y hace dialogar la creación, el pensamiento y el cuerpo."
– ¿Cuáles son las trabas que obstruyen la incorporación de la danza al currículo mínimo nacional del sistema escolar?
María José Yáñez: Para entender las trabajas que obstruyen la incorporación de la danza al currículo mínimo nacional es imperioso comprender en primer lugar los profundos cambios sufridos por el sistema educativo a partir del golpe de Estado de 1973 y de las políticas neoliberales que se implementaron en la década de los ochenta.
Existen diferentes puntos de vista que nos pueden explicar las trabas que obstruyen la incorporación de la danza en los aprendizajes de las escuelas chilenas. Uno de estos, es el tránsito histórico que ha tenido la creación del Currículum. Si bien, en democracia estos operan de manera vertical, donde son impuesto desde un órgano central «MINEDUC» al restos de los y las integrantes del sistema educativo (estudiantes-profesores-comunidad escolar), mayor aún fue su erradicación en la época respectiva a la dictadura militar y a sus políticas neoliberales, implementadas en la década de los 80. Fue el punto de partida en un tránsito sin retorno donde el sistema educativo se estructura desde el libre mercado, la competencia y la productividad fueron impuestas a la sociedad como reflejo de progreso y prosperidad, y cómo no, también desde el punto de vista de la escuela.
Otra perspectiva es comprender que el sistema educativo es el reflejo de los modelos de sociedad que tenemos: desde el retorno a la democracia, nuestro currículo -que en términos sencillos, es cómo hacer lo que hay que hacer en la escuela- no sólo reproduce este modelo subsidiario y de mercado en la educación, sino que se ha profundizado: es el modelo por «competencias».
¿Cuál es el espacio que queda entonces para las artes, y especialmente para la danza?
Ante una educación racional, aislante, fragmentaria, individual, medida a través de pruebas estandarizadas, coartada por exigencias ministeriales. La danza nos propone un espacio de disputa e irrupción, claves en darle espacios a la escuela de liberación, a modo de contrarrestar los embates del libre mercado.
-Han puesto de manifiesto la ausencia de reconocimiento por parte del Ministerio de Educación de las carreras de danza, mientras que gran parte de quienes asumen labores formativas escolares en esta área, y también en teatro, no tienen especialización. ¿Qué implicancias tiene esta situación y cómo proponen resolverla?
Andrea Briano: La formación profesional en danza en Chile ha sido históricamente otorgada en universidades únicamente de la Región Metropolitana, con una breve excepción en Valparaíso. Las pedagogías en danza existen en la RM de Chile desde los años 70', pero no como Licenciaturas en Educación con mención Danza, sino como Licenciatura en Danza con mención Pedagogía, provocando que no sean válidas para ingresar al sistema de educación escolar regular. Situación que se sortea en casos particulares con autorizaciones temporales otorgadas por el MINEDUC.
Además, las Pedagogías en Danza Chilenas no son reconocidas como tales- en el contexto de lo dispuesto por la ley N° 20.903, que crea EL SISTEMA DE DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTE. Por el contexto ya descrito, es decir la inexistencia de la disciplina de danza en el currículum escolar, escuelas y Liceos; lo que ha provocado no tener parámetros que permitan la evaluación de lxs docentes en danza.
Sin embargo, como argumentábamos más arriba sí se cuenta con Planes y Programas para 3° y 4° Medio H/C, año 2000 y al Marco Curricular de 1° Básico a 4° Medio, año 2007, ambos aprobados por el CSE, (Anabella Roldán en carta a Directora del CEPIP, Centro de Perfeccionamiento, Estudios e Investigaciones Pedagógicas)
Todo lo anterior presenta un escenario complejo y aún más precarizado para regiones como la nuestra, que se traduce en escaza formación profesional pedagógica en danza, a pesar que sí han existido formaciones serias en el área, con diversas academias, escuelas y programas de formación de bailarines como Emfoco de Escénica en Movimiento, y particularmente en lo referido a la pedagogía de la danza lo fue el desaparecido Centro de Danza Calaucán (2000-2008), quienes lograron otorgar un Diplomado de Metodologías para la Enseñanza de la Danza el año 2006 en alianza con la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Nuestra propuesta a la lamentable situación antes descrita es levantar demandas locales que interpelen a los organismos ministeriales y a las instituciones educacionales nacionales y regionales: MINEDUC, MINCAP, DAEM, Universidades, Colegios. Que son quienes tienen el deber de garantizar el cumplimiento de la LEGE como comentábamos anteriormente.
Pretendemos, por lo tanto, primero informar a la comunidad de la danza, en especial a aquellxs que ejercen como artistas educadores y/ ó pedagogues en danza. De este modo precisar al máximo posible las necesidades y demandas de la región del Bío-Bío en esta materia. Para ello estamos realizando la campaña informativa #exigimosdanzaenlaeducación, y esta semana, el día 8 de Septiembre lanzaremos la encuesta "Perfil de artistas educadores/as en danza de la región del Bío-Bío".
Nuestras demandas pre-eliminares son:
Exigimos a las Universidades locales la implementación de la Carrera Profesional de Danza como Licenciatura en Educación Mención Danza, así como la Licenciatura en Danza con Menciones de Interpretación y Coreografía.
Exigimos al MINEDUC la Validación de Programas Formativos en Danza, Autogestionados por entidades como Centros Culturales, Escuelas y Academias de Danza.
Exigimos al MINCAP reponer el Programa Acciona como un programa permanente que garantice su continuidad en el tiempo, tanto para la formación del estudiantado, como para el resguardo laboral de sus docentes.
Exigimos la implementación de la disciplina de danza en el currículum escolar desde Educación Parvularia a Cuarto Medio.
Exigimos al DAEM la implementación del Acuerdo 56 en el decreto que incorpora a Danza y Teatro como asignaturas para 3º y 4º medio, resguardando que dichas clases sean realizadas por especialistas del área de la danza.
-Uno de los argumentos que han esgrimido para la incorporación de la danza al currículo escolar son sus efectos en la neuroplasticidad. Sería interesante que pudieran profundizar en ello.
Natalia Ulloa Vidal y Monserratt Larenas Cabrera: Entendemos la neuroplasticidad como un proceso que representa la capacidad del sistema nervioso de cambiar su reactividad como resultado de activaciones sucesivas. Tal reactividad permite que el tejido nervioso pueda experimentar cambios adaptativos o reorganizacionales en un estado fisiológico con o sin alteración. Otros autores la definen de manera global como toda respuesta cerebral que se origina frente a cambios internos o externos y obedece a modificaciones reorganizacionales en percepción y cognición.
Parece ser, que el entorno y la riqueza de experiencias vividas es uno de los grandes promotores y potenciadores para fortalecer esta capacidad de adaptación. El entorno puede inducir cambios en la expresión génica neuronal, permitiendo una evolución en la plasticidad del cerebro si es que este es estimulado a lo largo del tiempo.
Las experiencias artísticas, en su sentido amplio, otorgan la posibilidad de generar entornos creativos lo que posibilitaría la conexión y activación de nuevos caminos neuronales, aportando concretamente al fortalecimiento de la neuroplasticidad.
La creatividad, entendida como una capacidad universal, es decir, que tenemos todas y todos y que además es un recurso prácticamente inagotable; muchas veces se pudiese encontrar dormida por ello la importancia de ejercicios que pudiesen ponerla en marcha; ya que las configuraciones creativas son las únicas que nos permiten dar respuestas nuevas a situaciones inesperadas. Es una potencia que conjuga novedad, por lo tanto requiere de capacidades neuronales que pudiesen estar desactivadas, abriendo la posibilidad de generar nuevos procesos sinápticos.
En cuanto nos referimos a la Danza, hablamos de una serie de tareas que involucran variadas áreas del cerebro las cuales se relacionan a aspectos visuales, motores, cognitivos y emocionales. El alumno intenta comprender, corregir, interpretar y ejecutar a través de la expresión corporal producto de la acción de observar y gracias a intervención de las neuronas espejo. Siendo estas últimas las que reflejan las emociones y sensaciones de los demás, debido a la contemplación de la acción refleja observada en un otro. Jordi A. Jauset señala que investigaciones publicadas en el New England Journal of Medicine citan que la práctica de la danza aumenta la reserva cognitiva y, por tanto, podrá ser un buen protector ante la degeneración neuronal. Se alude también a sus beneficios en estados depresivos (debido al incremento de endorfinas y oxitócina cuando se practica en grupo), a un aumento de la autoestima, así como un incremento del equilibrio físico- corporal.
– La incorporación de la danza al currículo escolar constituiría una expresión una política que entiende el arte como derecho. Sería bastante aleccionador que ahondaran en este planteamiento.
Natalia Ulloa Vidal: La participación artística proporciona a las personas un entorno social creativo y promueve el empoderamiento y autoconfianza, proporciona además un mayor número y calidad de redes de apoyo.
El acercarse de alguna u otra forma a actividades de carácter artístico, supone una apertura al repertorio de experiencias otorgando la posibilidad de movilización de los recursos de la comunidad; donde en base a sus propios intereses la comunidad o el individuo visualiza una nueva ocupación significativa que aporte a la calidad de vida, siendo un instrumento de bienestar e inclusión social.
Se considera relevante, además de involucrar a la comunidad en los centros de arte y cultura, acercar estos centros y experiencias artísticas a las instituciones donde se encuentran y desarrollan. De esta manera se hace valer el artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que menciona que "toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico o en los beneficios que de él resulten". En este caso pensamos en las comunidades educativas, en especial en los niños, niñas y jóvenes que ahí se desarrollan como ciudadanos de pleno derecho con habilidades para aportar a la misma y disfrutar del arte.
A nivel territorial, se observa que la oferta en el currículo educativo es escasa en cuanto a la participación de actividades artísticas, y prácticamente nula en formación en danza, limitándose a actividades o experiencias aisladas; lo que afecta directamente a la formación integral de un estudiante y por sobre todo al derecho de acceso a las artes y sus beneficios.
La incorporación de la danza al currículo escolar constituiría una experiencia que conciba al arte como una herramienta para la transformación e inclusión social, la regeneración de vínculos comunitarios y como un derecho humano para todos y todas.
De esta manera, el trabajo corporal contribuirá al desarrollo de las potencialidades emocionales, cognitivas y motivacionales de las comunidades educativas, ya que mejora la percepción y la aceptación del propio cuerpo en el mundo.
Por otro lado, se pretende contribuir a la disminución de la brecha de acceso a participar de actividades culturales y facilitar la inclusión en la comunidad de las y los participantes sin distinción de condiciones; esperando que su participación y sus resultados sean un ejemplo para la comunidad.
"Lo que el alma hace por su cuerpo es lo que el artista hace por su pueblo" (Gabriela Mistral).