Por Ivan Karamazov
El impacto de la pandemia de la Covid-19 en el país ha sido múltiple, desde la saturación del sistema sanitario hasta la crisis económica que ha repercutido principalmente en las PYMES y en el aumento de la cesantía, dadas las restricciones de movilidad impuestas para la lucha contra la pandemia. Otro de los sectores fuertemente afectados es el educativo.
Las ya agobiantes condiciones laborales del profesorado prepandemia se han agudizado, el teletrabajo impuesto por el gobierno de Piñera ha incentivado las relaciones de explotación capitalista en el seno del hogar. De un día para otro los profesores asumen la formación educativa de los estudiantes en sus casas, mezcladas con el cuidado de sus hijos y todas las labores propias del quehacer hogareño. Hacer clases, planificar, confeccionar instrumentos evaluativos, revisar pruebas y toda la burocracia asociada al sistema educativo se entremezcla con el aseo de la casa, hacer las compras y cuidar a sus hijos. El sistema no da tregua, impone trabajo administrativo sin sentido a los profesores confinados en sus hogares, la banalidad del mal, la idea de Hannah Arendt, es norma.
Directivos y sostenedores de colegios imputan trabajo sin ninguna consideración a las condiciones humanas y sociales que vive el país en la actualidad. Como señalaba la afamada filósofa mencionada anteriormente, el mal es no es algo deliberado, no se ejecuta porque los directivos de los colegios tengan un odio particular por los docentes, lo hacen porque la explotación laboral siempre ha sido la tónica de las dinámicas educativas, la explotación docente es el a priori en las relaciones laborales del sector, el profesor siempre trabaja fuera de horario ¿Por qué hoy debería ser distinto?
A medida que la pandemia avanza, las reacciones del profesorado ante el agobio y explotación laboral se empiezan a escuchar a lo largo y ancho del país. Un reflejo de esta situación se vive en el Colegio Santiago de Pudahuel, perteneciente a RED CRECEMOS, señalada como uno de los "megasostenedores" del negocio según CIPER, liderado por Walter Oliva militante democratacristiano vinculado a Gutenberg Martínez, acérrimo defensor del lucro en la educación y flamante pareja de Ximena Rincón, según reporta El Mostrador, dueño de múltiples colegios ubicados en los barrios populares de Santiago.
Según se lee en su página web, Red Educacional Crecemos "es una institución con 50 años de experiencia [...] con siete establecimientos en el Gran Santiago, distribuidos en las comunas de La Granja, El Bosque, Lo Prado, La Florida, Pudahuel, Quilicura y San Bernardo, la mayoría de ellos en contextos socioeconómicos vulnerables [...] su matrícula actual es de cerca de 9 mil niñas, niños y jóvenes. Desde el año 2018 los colegios de Red Educacional Crecemos administrativamente se agrupan en tres Fundaciones Educacionales: Fundación Educacional Teniente Dagoberto Godoy: Entidad sostenedora de los colegios Dagoberto Godoy La Granja, Dagoberto Godoy El Bosque y Santiago La Florida. Fundación Educacional Colegios Santiago: Entidad sostenedora de los colegios Dagoberto Godoy Lo Prado, Santiago Pudahuel y Santiago Quilicura. Fundación Educacional Santiago Emprendedores: Entidad sostenedora del colegio Santiago Emprendedores.
El antes mencionado Oliva, controlador de estas sociedades Educacionales, es presentado por diferentes medios como un empresario exitoso. Según El Mostrador "El empresario de colegios más importante de la DC", quien "estudió en el establecimiento de su madre en La Granja y hoy tiene casa en Cachagua" y "San Carlos de Apoquindo, en la comuna de Las Condes. Según Publimetro, la vivienda contaba con sala de cine, una pieza climatizada especial para mantener la temperatura perfecta de los habanos que Oliva colecciona, alfombras persas y sofás chesterfield antiguos. El diario citaba a un invitado que la conoció y describía que «es impresionante su comedor con vista a Santiago y la piscina emplazada en una parte alta del patio».
Como empresario de la educación y defensor del lucro, Oliva se opuso a las reformas gatopardas del gobierno de la Nueva Mayoría y no es de extrañar que hoy se cuadre con las políticas criminales del desgobierno de turno. En efecto, ha procedido a abrir los colegios en fase 2 del plan de desconfinamiento "paso a paso" obligando a los profesores a asistir a trabajar presencialmente en el peor momento de la pandemia con un promedio en la última semana de 7.220 casos diarios y el sistema hospitalario completamente colapsado.
Las prácticas de hostigamiento y antisindicales son cotidianas en los colegios que pertenecen a Red Educacional Crecemos, frente a esta realidad y a la insistencia de la sociedad sostenedora de retomar las clases presenciales, es que el colegio ubicado en Pudahuel ha decidido movilizarse a pesar de las trabas del código laboral heredado de la dictadura. El sindicato de trabajadores está compuesto por 53 integrantes entre profesores y trabajadores de la educación, cansados de malos tratos y decisiones unilaterales de parte de los administrativos se decidió en asamblea asistir presencialmente al establecimiento a exigir una reunión con la dirección del colegio.
Se exigían cuatro puntos: a) retorno a clases en fase tres del plan "paso a paso"; b) fin al agobio laboral; c) respetar contrato colectivo dado los cambios en remuneraciones provocadas por el ingreso a la carrera docente; d) conocer los nombres de infiltrados en la organización sindical que informan sobre las deliberaciones de ese espacio a la dirección del colegio.
Respecto del primer punto (a) se argumenta que un mínimo sería el retorno en fase tres, ya que es esa la recomendación de las sociedades científicas y el Colegio Médico, aun así el retorno en fase tres no garantiza mejores condiciones sanitarias, dado que el tránsito de una etapa a otra en plan "paso a paso" no se realiza siguiendo criterios científicos, ni siquiera los propios criterios del plan de desconfinamiento del gobierno, esa es la razón por la cual 30 sociedades científicas llaman al gobierno a considerar a la ciencia en la toma de decisiones, por la misma razón el Colegio Médico en declaración pública decide retirarse de la Mesa Social Covid-19. Se argumentó también que las clases presenciales no fueron exitosas a comienzo de año, cuando los docentes fueron obligados a la presencialidad, ya que se presentaron una serie de dificultades técnicas. Se acudió también al argumento ético dado que el derecho a la educación de los estudiantes no está en ningún caso por encima del derecho a la salud y a la vida de la comunidad educativa en su conjunto. En la reunión estuvo presente el Director Ejecutivo Enrique Álvarez, quien repitiendo el discurso del nefasto Ministro de Educación Raúl Figueroa, se limitó a afirmar que "habían estudios científicos que señalaban que en los colegios no se presentaban contagios", estudios que por cierto solo conoce él y Figueroa. Por el momento se impone la medida del retorno en fase dos a pesar de la resistencia del profesorado. Álvarez, como era de suponer en un fiel empleado del empresariado, no se defendió ni hizo alusión respecto de las observaciones de inmoralidad de la medida, sabido es que poco y nada saben de moral y ética los burócratas interesados en la rentabilidad capitalista.
Respecto del segundo y tercer punto (b) y (c) se concedió bajar la carga de trabajo burocrático y tomar medidas para frenar el hostigamiento laboral de parte de la coordinación técnica del colegio, así como revisar los turnos de los funcionarios que van a cumplir funciones consideradas innecesarias por el sindicato.
Sobre el cuarto punto (d) la directora del colegio negó tajantemente que existan infiltrados en las asambleas sindicales, cuestión poco creíble, ya que Álvarez se presentó a primera hora en el colegio el día lunes para buscar negociar, no sin amenazas, con el sindicato de trabajadores que había decidido presentarse sin informar de la medida a la dirección.
Por último, el sindicato de trabajadores del Colegio Santiago de Pudahuel rechazó cualquier tipo de represalia en contra de los trabajadores, por la acción de no realizar clases y presentarse en el establecimiento, el representante del sostenedor fue forzado a desistir de enviar cartas de amonestación como había amenazado en primera instancia. El sindicato de trabajadores se encuentra ahora en un proceso de reestructuración interna, muchos de los análisis y medidas a tomar se juegan en ese proceso, sin embargo, ya se manifiesta disposición a la lucha y a frenar los abusos y arbitrariedades que se han vivido por años.
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