[resumen.cl] En un país donde casi un millón de personas está a pasos de la hambruna, el Gobierno encabezado por Nayib Bukele pagó por leche que no ingresó al país, gasto que incluyó un sobreprecio de más de US$5 millones.
En plena pandemia, en abril de 2020, el Gobierno de El Salvador pagó US$27 millones a una empresa de Islas Vírgenes Británicas -territorio conocido como paraíso fiscal- para adquirir poco más de 8.000 toneladas métricas de leche en polvo como parte de las acciones para mitigar los impactos de la covid-19, transacción en la que el Ministerio de Agricultura pagó US$7 millones por leche que nunca recibió.
El medio salvadoreño El Faro hizo pública la situación, señalando que una «auditoría de la Corte de Cuentas determinó que 510 de las 8,070 toneladas métricas de leche que por contrato debían recibirse nunca ingresaron al país y que ese producto estaba valorado en $1,730,134.20. Por las 7,560 toneladas métricas de leche en polvo que sí ingresaron al país, y según declaraciones de aduanas, el Gobierno pagó un sobreprecio de $5,355,655. La suma de las dos irregularidades asciende a $7 millones por leche que ningún salvadoreño pudo consumir».
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Sin embargo, no solo eso. La auditoría realizada al régimen encabezado por Nayib Bukele también arrojó que los productos de leche que sí se adquirieron no contaban «con el registro sanitario que avalara el consumo humano».
La empresa en cuestión es Aroum Group Inc, la cual -reveló El Faro- es «una empresa creada en una jurisdicción opaca, cuya dirección es la dirección de cientos de otras empresas».
El caso ocurre en un país donde ha aumentado progresivamente la inseguridad alimentaria de la población, pasando de un 42,2% entre 2014 y 2016, a un 46,5% entre 2019 y 2021. Sobre esto último, un 14% se encontraría en fase crítica (puedes profundizar en esto acá).