[resumen.cl] Los 34 obispos chilenos (tres de ellos eméritos) presentan por escrito la renuncia a sus cargos esta mañana luego de finalizadas las reuniones con el Papa en Roma. La acción demuestra que los cuestionamientos por encubrir abusos, son realizados por la comunidad hacia la Iglesia Católica chilena en tanto institución.

La decisión fue anunciada esta mañana mediante la lectura de una declaración realizada por el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González. En una declaración donde no se aceptaron preguntas, se dio a conocer la renuncia por escrito de la totalidad de los obispos de la Iglesia Católica chilena. El texto señala que "queremos anunciar que todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros".

Esto se produce luego de tres días de reuniones con el Papa Francisco en Roma, y era una acción en alguna medida esperada. No sólo los obispos directamente involucrados en el caso Karadima Juan Barros (Osorno), Horacio Valenzuela (Talca) y Tomislav Koljatic (Linares), sino que todos los obispos, entre ellos tres eméritos, presentaron la renuncia a sus cargos.

Recordemos que los obispos cometieron delitos, entre ellos obstrucción a la justicia, no entregando y mintiendo respecto a los antecedentes que manejaban, protegiendo a los victimarios como institución. Es necesario recordar también que la medida hace cuestionar el actuar de la justicia chilena que declaró inocente a Karadima.

Si bien la polémica partió por el nombramiento de Juan Barros como obispo de Osorno, desatando inmediatamente las movilizaciones de la comunidad católica de la ciudad quienes rechazaron incansablemente su presencia hasta el día de hoy (siendo responsables en gran medida de la situación actual), prontamente los cuestionamientos escalaron al resto de la Iglesia.

Tras la visita de Charles Scicluna, obispo enviado a investigar los abusos y que logró recolectar 64 testimonios, la actitud cómplice del Vaticano cambió y ha tomado una posición activa en intentar rescatar a una Iglesia Católica cada vez más jibarizada y con menos influencia y fieles.

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