[resumen.cl] Para el 30 de marzo estaba programado el plan de vacunación contra la influenza en las escuelas de Chile, sin embargo, una falta de stock obligaría a aplazar aún más las vacunaciones para niñas y niños entre 6 meses y 5 años.

Los sostenedores y alcaldes de distintas comunas del país fueron informados recientemente de la decisión, solicitando incluso la devolución del stock adquirido, de modo que este pudiera ser administrado a Fuerzas Armadas, Carabineros, Transportistas y Bomberos.

Recordemos que son las niñas y niños quienes, todos los años, son afectados por complicaciones de la influenza. Si bien la vacuna no combate la COVID-19, la capacidad hospitalaria es un tema importante a gestionar en esta crisis, frente a lo cual administrar la vacuna masivamente podría evitar la saturación de los sistemas públicos de salud por influenza, los cuales se prevé podrían verse saturados a finales de abril, fecha pronosticada como peak de contagios la COVID-19.

Esta polémica decisión ha movilizado a los alcaldes de distintas regiones a exigir la debida gestión y adquisición de vacunas por parte de los organismos centrales de salud, cuestionando la decisión de administrar la vacuna prioritariamente a las Fuerzas Armadas. Estas, dentro de toda la logística propia que tienen para enfrentar esta crisis, poseen hospitales propios y centros de salud especializados con alta tecnología, a diferencia de la población civil, arrojada a la incertidumbre de la falta de insumos, personal y protocolos ante la crisis que protejan a sus trabajadores y usuarios.

A nivel regional, el Seremi de Salud del Bio-Bio, Hector Muñoz, en entrevista con Radio Bio-Bio, aseguró que en la zona existiría un gran porcentaje de menores de 5 años ya vacunados, y que el atraso sería producto del aumento de la aplicación de la vacuna en adultos mayores y la falta de stock en la programación de la compra a nivel internacional