[resumen.cl] Trazas Negras acaba de publicar su edición número 12 y cumplir su primer aniversario. La revista, que circula en formato electrónico, ha sostenido la divulgación de narraciones, artículos, reseñas, comics y entrevistas en torno a los géneros oscuros, como han sido llamados por su director y prolífico escritor, Bartolomé Leal.
Ya en su primera edición, se definía como "un espacio abierto para los escritores y escritoras que se expresan en aquellos géneros populares de narrativa que testimonian del lado oscuro de nuestras personalidades y de la sociedad entera". Ahora, con estas sucesivas publicaciones que dan cuenta de una trayectoria persistente, Bartolomé Leal responde a las consultas de Resumen respecto a la revista, su iniciativa y al género que busca enriquecer.
-En una de sus reseñas, se indica que Trazas Negras cultiva los «géneros oscuros». Sería interesante que nos hablaras de cómo se ha cultivado este género, quiénes han sido sus propulsores y qué alcances ha tenido.
La revista Trazas Negras empezó abocada al género negro y policial, pero pronto quedó claro que había afinidad con otros géneros populares o menores como los suelen llamar los académicos. Entre ellos la ciencia-ficción, el horror, el fantástico en sus variantes, el realismo sucio... He preferido entonces hablar de géneros "oscuros", aquellos que se ocupan del lado perverso o imaginativo o delirante en los comportamientos y acciones de la gente. Creo que hay muchos autores y autoras que gustan de expresarse en formas múltiples, lo que a mi me parece un indicador de que la literatura está por encima. Edgar Allan Poe fue un gran precursor de este enfoque sombrío y abierto, desbordando los géneros. Todos le debemos algo al gran maestro norteamericano. Su alcance ha sido universal y su influencia persistente.
-Desde tu perspectiva, cómo confluyen las expresiones de la literatura negra y los contextos políticos. Qué casos pueden ser demostrativos de ello.
Los contextos políticos siempre influyen, como en tantos aspectos de la vida personal y social. En algunos autores más que en otros, por sus diferentes convicciones o porque el tema les interesa o no. Ahora, hacer política contingente con la literatura de ficción me parece una aberración. Hay otros medios más eficaces, sean el ensayo, el manifiesto, el discurso o la proclama. Cuando la política pasa por encima de la visión artística, salen en general puras cagadas. Los políticos a su vez no son personajes muy fascinantes. Hay que ver lo que recomiendan en materia de lectura cuando los interrogan sobre eso. Ahora, si tú esperas que te diga que lo más importante es la denuncia de la dictadura militar, las torturas, los secuestros y lo demás, sea; sin embargo, creo que sobre aquello está casi todo escrito (muy bien en algunos casos), como para seguir dándole. De todos modos, hemos publicado en Trazas Negras textos con esa temática.
-En algunos editoriales has planteado que la literatura negra es un género desprovisto del reconocimiento adjudicado a otros. Explícanos cómo ocurre eso y de qué modo se posiciona la Trazas Negras en tal escenario.
Tal vez se piensa eso porque estamos sumidos en el negocio editorial, como otro negocio más. Reconocimiento como sinónimo de ventas. Sin embargo, hay sellos pequeños que sí le dan espacio al género negro y policial. Ahora, tengo claro que nunca hemos tenido en Chile una industria editorial realmente a la altura, audaz, jugada, osada y, sobre todo, abierta a los creadores nacionales. Las grandes editoriales trasnacionales privilegian sus productos extranjeros probados y a los chilenos nos meten con el mismo embudo. No hay nada equivalente a Zig-Zag, Nascimento, Quimantú y tantas otras marcas de antaño. Trazas Negras es una modesta revista de la red virtual, cuidadosa en su presentación gráfica, con material de validez yo diría de largo plazo, disponible para quienes deseen expresarse en lo géneros "oscuros" y no persigue nada más que eso. El reconocimiento ha llegado a veces; quizá llegará a su tiempo. Así es la literatura, ¿no?
-En Trazas Negras comparten las ediciones autores y autoras de gran trayectoria junto con quienes publican en esta revista sus primeros cuentos. ¿Cómo se arma cada edición, qué criterios editoriales se implementan?
Es verdad, pero eso depende de las características de nuestro producto editorial. Cada original es bien recibido pero revisado, editado y mejorado si los autores y autoras están dispuestos. La convivencia entre consagrados y noveles es inherente a este tipo de publicaciones. Por ejemplo, la famosa revista de Ellery Queen mezclaba estrellas del policial con gente que se iniciaba, norteamericanos con extranjeros, textos clásicos con artículos temáticos y lo que quieras en función de sus objetivos de impulsar el género. La revista de Alfred Hitchcock optaba por los temas más que por los autores, con muchas zambullidas en lo irreal; así le gustaba al maestro del suspenso. Black Mask fue un semillero de la renovación del policial. En Trazas Negras armamos cada número según el material disponible, y nadie queda sin su oportunidad. No lo he mencionado y lo hago ahora: el cine de la corriente "oscura" también tiene espacio en Trazas Negras.
-Al cumplir este primer año ¿cuál es la evaluación que haces de la trayectoria de Trazas Negras?
El número 12 de Trazas Negras es un hito, un año completo entre 2020 y 21 saliendo mes a mes. Estamos contentos. Nunca nos han faltado contribuciones, vemos un buen futuro siempre que mantengamos el espíritu y el entusiasmo con que hemos funcionado hasta ahora. Trabajamos con una editorial, Plazadeletras, que sintoniza de maravilla con el colectivo de escritores, y tenemos un apoyo limitado aunque consistente del mundo lector. No estamos con las modas ni los entusiasmos coyunturales. Vamos por la calidad, la propuesta novedosa y la creatividad. Vienen varios números "especiales": de escritoras mujeres; de autores de Córdoba (Argentina); y letras en los presidios. A propósito, nuestro agradecimiento a Resumen por interesarse en reproducir algunos de nuestros textos.
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