Desde el miércoles circula en los medios el nombre de Rodrigo Castillo, único puntaje nacional en la PSU de Lenguaje. Abrió el debate en torno a las condiciones en que se desenvuelve el sistema educativo actual, replanteando las críticas que una y otra vez corroboran su certeridad. Resumen conversó con Rodrigo, cuando volvía de Santiago, luego de recibir agasajos por diferentes personas e instituciones y por cierto, con distintas intenciones. Aquí está la conversación. 

Tu eres de Hualpén y estudiaste en el Colegio Metodista de Concepción. ¿Cuales fueron los motivos que tuviste para emigrar de Hualpén? 

Aquí no se da el hecho de que uno va al colegio público que está cerca de tu casa. Sino que, cómo la educación pública está en tal mal estado, te ves obligado a buscar otras alternativas fuera de tu lugar. En este caso fue un particular subvencionado el que estaba dentro de las posibilidades que tenía mi familia de costearlo. 

¿Cuál es tu evaluación de la PSU como método de ingreso a la Universidad? 

Yo creo que reproduce las diferencias sociales, porque está demostrado que los resultados dependen en gran medida de la condición socioeconómica y el entorno sociocultural de la persona que dio la prueba. Al poner atención mucho más en los conocimientos específicos, se termina aumentando la segregación que se vino dando desde el colegio, pues las personas que tengan una mala base, aun cuendo tengan los mayores talentos, van a quedar fuera porque no obtuvieron tales conocimientos específicos. Lo mismo se expresa en quienes no tuvieron para pagarse un profesor particular o un preuniversitario. 

¿Cuál es tu opinión del exitismo que se genera en torno a la PSU y del negocio que se articula en torno ello? 

Es algo que, si bien no está en la atención pública, en algún momento la va a tener, porque es algo que genera mucha plata. La PSU, en si, es un negocio y que tiene graves consecuencias por la presión que trae con sigo. Por ejemplo, hay estudiantes de cuarto medio que dejan de lado todas sus actividades anteriores para enfocarse en una prueba, que se ve como algo que va a determinar su futuro. Y creo que eso, realmente no está bien. 

Saliste recién de Cuarto Medio. ¿Cómo caracterizarías el trabajo de los profesores y sus condiciones laborales? 

Mis dos papás son profesores y lo veo como estudiante y como hijo. Creo que es una pega absolutamente sacrificada, tanto por el trabajo como por la poca retribución que tiene, no sólo en lo económico, sino que también en lo social. 

¿Qué opinas del reciente escándalo en torno a las acreditaciones y que Piñera haya recoemntado a los estudiantes que ahora postulan a diferentes instituciones, «que se informen antes de elegir una»? 

Lo encuentro una verguenza, porque en lugar de recomendar que la gente se informe, deberían cerrar los planteles que ofrecen una pésima formación (y que son muchos) y un control de ello. Esto ya ni siquiera es un negocio, sino que es una mafia, porque son personas que mueven inmensas redes de contactos y dinero que les permiten acreditar planteles que no tienen las mínimas condiciones para recibir estudiantes. 

Yo creo que mientras exista lucro, casos como los de la Universidad del Mar, van a seguir repitiéndose. 

¿Cómo ves el hecho de que Piñera haya abierto La Moneda y te haya invitado a ti y al resto de puntajes nacionales a desayunar? 

Agradezco la atención de los funcionarios de La Moneda, el tiempo que se dio el Presidente, pero me da la impresión que se hace mayormente para cumplir con una tradición. Me hubiera gustado que se hubiese mostrado a través de los medios la conversación que tuvimos con el Presidente, eso le hubiese dado un mayor significado al evento. 

¿Cuáles son tus planes en el mediano plazo? 

Más que mediano plazo, en el muy corto plazo; analizar las oportunidades de estudio. Me han ofrecido muchísimas universidades privadas… Pero ese es mi objetivo a corto plazo; analizar y tratar de quedarme en Concepción. 

¿Cómo recuerdas tu estadía en el Colegio y las movilizaciones del 2011? 

El Colegio Metodista es pequeño y en las movilizaciones, quienes estuvimos asistiendo a marchas o tomándonos el establecimiento por dos semanas, vimos que sirvieron para afianzar los lazos dentro de una comunidad pequeña como la nuestra.

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