Rosalía la rompió en su presentación en Santiago, como era de esperarse para una de las principales artistas de la escena musical del momento. El público no sólo disfrutó de sus hits, sino que además presentó canciones inéditas, cantó a capella y hubo un espacio para que el recinto completo gritara por la opción Apruebo del próximo plebiscito.

Por Macarena Montes

La cantante catalana Rosalía (San Cugat del Vallés 1992), se presentó ayer ante miles de sus seguidores en el movistar Arena de Santiago de Chile, como parte de la gira internacional de su último disco "Motomami".

Si bien era su segunda presentación en Chile, esta vez lo hace como una estrella consagrada a nivel internacional, dos premios Grammy Latinos y dos MTV Video Music Awards. Y es que la versátil cantante que fluye desde el flamenco, los ritmos latinos y la música electrónica, hoy sin lugar a dudas es la principal figura de la música pop en el estado español y Europa.

La cantante es todo un ícono de la transformación del espectáculo artístico y de la música. Su ascenso meteórico a la fama se debe en parte a que sus presentaciones recogen todas las tendencias actuales del mundo digital.

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El espectáculo de Rosalía es un karaoke sin músicos, una selfie en movimiento permanente, con un cámara siguiéndola en todo momento, generando automemes como "el mordisquito", lanzando sus temas en vivo por redes sociales como TikTok, sin siquiera pasar por un estudio de grabación, saltándose todo el protocolo de la industria discográfica, como ocurrió con su hits "Despecha", sin duda la canción del verano en el hemisferio Norte.

Lo de ayer en Santiago de Chile, fue parte de todo eso, si en Brasil el tradicional abecedario de Rosalía en sus presentación se alargó hasta la letra F, para que el público gritara "Fora Bolsonaro", en Chile bastó apenas la primera letra, la A para que el Movistar Arena completo gritara a coro, desde todos los costados: "Apruebo". Lo anterior, en alusión al próximo plebiscito del 4 de septiembre, donde el pueblo chileno está llamado a aprobar una Nueva Constitución que deje atrás a la Pinochet.

Toda una señal, que contradice absolutamente la vulgar manipulación tanto de las encuestas como de los medios de comunicación en Chile, para hacer creer que la opción de rechazo es mayoritaria.

Rosalía sorprendió al público con temas inéditos, no gravados aún como "Aislamiento". La cantante expresó que, «esta canción se quedó fuera del último álbum pero me apetecía mucho cantarla».

Desde el público alguien le pidió que cantara Catalina, un tema fuera de programa y que aún no edita en ninguno de sus discos. Pidió silencio y la cantó, todo un gesto para una artista de ese nivel.

Una de las cosas que más llamó la atención del espectáculo fue que un espectador, que luego se identifico como Felipe, le lanzó el libro "Desolación" de la poetisa y premio Nobel chilena Gabriela Mistral, la cantante lo recogió, agradeció el gesto le invitó a compartir micrófono. 

Foto principal : El Mostrador