La Unión Europea (UE) enfrenta un dilema de grandes dimensiones producto de la guerra entre Rusia y Ucrania, ello porque grupos ambientalistas están llevando a cabo acciones legales contra una decisión de la rama ejecutiva del organismo que intenta incluir 30 proyectos de gas considerados como beneficiosos para el mercado energético del bloque que incluye a 27 naciones, pero que va en contra de lo pactado en el Acuerdo de París en materia de reducción de combustibles fósiles.
Por Adrián Ríos Pincheira
Los activistas acusan que se entregará "un estatus de primera clase a estos proyectos que destruyen el clima, en contra de sus obligaciones legales". Estos proyectos suponen 13.000 millones de euros, los ambientalistas creen que la región quedará amarrada a la dependencia de los combustibles fósiles, contradiciendo la intención declarada de la UE por abandonar esas fuentes energéticas.
Entre los proyectos en carpeta están el Ducto Báltico, que pretende llevar gas noruego a Polonia y el desarrollo gasífero en Chipre. Estas propuestas pueden optar a la financiación europea a través de un programa para impulsar infraestructura en energía, transporte y digitalización, este fondo tiene un presupuesto de 5.800 millones de euros para proyectos hasta el 2027.
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Los grupos ambientalistas señalan que "Miles de millones de euros están destinados a malgastarse en 30 grandes obras de infraestructura de gas", y critican particularmente el ducto EastMed, un proyecto de 1.900 kilómetros que conectaría los campos gasíferos del Mediterráneo Oriental con Grecia e Italia.
Por otra parte, los partidarios de las iniciativas que utilizan combustibles fósiles dicen que la intención es mejor la seguridad energética europea en el contexto de las sanciones energéticas contra la Rusia de Putin. La UE abandona así su discurso pro energías renovables para reducir su dependencia del gas ruso, que representa cerca del 40% del consumo en el bloque.
Los ambientales no cejan y advierten que recurrieron a un mecanismo que permite solicitar una revisión administrativa de las medidas adoptadas por la UE, piden que una comisión de la UE revise la decisión y, de no ser revocados los permisos, amenazaron con ir a la Corte de Justicia de la UE para que se pronuncie "Esta lista equivale a un pasaje de primera clase para el gas fósil en Europa, cuando deberíamos estar hablando de su abandono", afirmó Guillermo Ramo, abogado de ClientEarth. "La Comisión no tuvo en cuenta el impacto de las emisiones de metano derivadas de proyectos de infraestructura de gas, a pesar de las pruebas de que son considerables. Eso es ilegal y choca de frente con las leyes climáticas de la propia UE y sus obligaciones legales dentro del Acuerdo de París" continuó.
Recordemos que en 2015, los líderes mundiales reunidos en París acordaron planes para impedir que la temperatura del planeta supere los dos grados Celsius, ojalá no más de 1,5 grados Celsius para final de año. Distintos científicos consideran que ambos objetivos no se cumplirán a menos que se adopten medidas drásticas en la línea de reducir las emisiones.
El novel de contradicción en la UE es tal que, mientras ocurría esto, los eurodiputados debaten las propuestas del llamado paquete "Fit for 55", medidas que buscan alcanzar el objetivo europeo de reducir en un 55% las emisiones de gases causantes del calentamiento global para esta década.