Esta jornada, estudiantes del Liceo Nueva Zelanda, vecinos representantes de las aguas rurales y otros miembros de la comuna de Santa Juana conmemoraron el Día Internacional del agua en un complejo escenario de escasez hídrica, el que afecta hoy en día profundamente a toda la comuna.
Por Felipe Soto Cortés
Santa Juana es una comuna de la Provincia de Concepción ubicada en el valle de Catiray, al sur de la ribera del río Bío Bío y una zona donde se levanta la cordillera de Nahuelbuta.
La población, con gran identidad campesina, ha ido poco a poco abandonando los campos debido a diversas razones. La más compleja: la sequía provocada por el excesivo monocultivo forestal y el cambio climático.
Aprovechando el contexto del Día Mundual del agua, el documental Plantar Pobreza de Periódico Resumen, fue exhibido en el teatro de la comuna, donde además se presentó un video elaborado por la Municipalidad en el que se pueden apreciar los duros testimonios de campesinos y campesinas afectadas por la escasez hídrica en sus cultivos.
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Tomar conciencia de la sequía
"Tomar agua nos dará vida. Pero tomar conciencia nos dará agua" decían las pancartas que cargaban consigo los estudiantes secundarios presentes en la actividad.
Plantaciones en las quebradas, en los inicios de vertientes y monocultivos intensivos por décadas han dejado un desastroso panorama en los campos de Santa Juana. Todo ello también fomentado por el DL701, decreto que fomento con dineros públicos las plantaciones forestales.
¿Por qué no financiar las siembras de las y los campesinos santajuaninos con un mecanismo similar?
Esa es una de las preguntas que se hace Ana Albornoz, alcaldesa de Santa Juana. La edil señaló a Resumen sobre la necesidad de una gran política para potenciar el trabajo campesino como una herramienta necesaria para mejorar la vida de las comunidades.
El complejo escenario internacional debido a la guerra entre Rusia y Ucrania es otro motivo por el que se vuelve a poner en el tapete este tipo de cuestionamientos, ya que gran parte de los alimentos consumidos por los chilenos y chilenas en vez de ser producidos por el país, son importados. El trigo, la base del pan y otros alimentos, es en cerca de un 50% importado. Su precio se ha elevado a límites insostenibles lo que ha provocado que el kilo de pan esté en alrededor de 2500 pesos.
Soberanía alimetaria y seguridad alimentaria vuelven a ser conceptos que se vuelven a retomar debido a la fragilidad en la que se encuentra el país frente a una crisis internacional.