Este lunes fue aprobado el proyecto hidroeléctrico HidroAysén con el voto de 11 de los 12 seremis de la Región de Aysén. El proyecto es de propiedad de Colbún y Endesa, las dos más grandes empresas eléctricas que operan en el país.

El proyecto consiste en cinco embalses en los rios Baker y Pascua y un trazado de cables de alta tensión, desde ahí hasta Santiago, que transportará la electricidad al Sistema Interconectado Central de Energía (SIC). Este cableado atravesará, al menos seis parques nacionales y unas dos mil propiedades.

Las consecuencias ambientales son innegables y para quienes vivimos cerca del río Bío Bío, la experiencia nos indica que las centrales hidroeléctricas, no son en ningún caso inocuas. Con dos centrales hidroeléctricas (Pangue y Ralco) el río Bíobío se ha quedado sin fauna íctica (peces), pues su cauce, al ser interrumpido por los murallones de hormigón de los embalses, también se ha interrumpido su cadena ecosistémica.

Por otra parte, el proyecto HidroAysén se ha aprobado con la propaganda de que la energía eléctríca va a ser más barata. A los mapuche pehuenche, cuando se iba a construir la represa Ralco, les dijeron que tendrían electricidad y la obtendrían sin ningún costo. Hoy, muchos de los mapuche que fueron expropiados para la construcción de la represa,  acuden al sector de Chenqueco a pagarse de sus pensiones y de paso «pagan la luz» cuyo costo es 25% más que en las ciudades del resto del país.

Inhabilitaciones
El seremi de Vivienda de la Región de Aysén se inhabilitó, luego que se demostrara sus vínculos personales con el proyecto. Su padre «trabaja y asesora a la AG Río Baker", asociación que ha negociado con las empresas interesadas. Su hermano es propietario de terrenos afectados por la inundación, por los cuales recibirá indemnizaciones.

Además, las organizaciones que rechazaban el proyecto, le enrostraron los vínculos personales, a varios funcionarios, los cuales no tuvieron argumentos para refutar tales acusaciones. El escándalo llegó a tales dimensiones que gatilló la renuncia del propio director del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Aysén, Eduardo Lagos Reyes.

Debate Energético
Quien asumió el lugar del renunciado Eduardo Lagos, fue el ex director del SEA de la Región del Bío Bío, Bolivar Ruiz, quien ha estado en los cargos ambientales, durante gran parte del periodo de la Concertación. Tiempo en que, en nuestra zona se han aprobado una gran  cantidad de proyectos rechazados por la comunidad, entre ellos, las termoeléctricas en Coronel, celulosa Itata, etc.

En entrevista con Resumen, Ruiz plantea que «el país necesita incrementar, entre 600 y 700 mega anuales su capacidad de generación energética». Agregando que «la energía no es un tema del capitalismo. No es un tema ideológico. La energía es una cuestión que todo el mundo la está padeciendo.»

Sin embargo, los hechos indican que la producción de energía no puede debatirse sin preguntar ¿Para qué se produce energía? y Ruiz responde a esto, planteando que «Chile es un país que nosotros comemos, de los que vendemos internacionalmente. Si Chile cerrara sus fronteras nos morimos de hambre… somos fundamentalmente un exportador de materias primas y de recursos naturales, eso es lo que define a nuestra economía. 

Por lo tanto, si no exportamos nos morimos de hambre. Esa es la verdad de la milanesa. Y por lo tanto necesitamos energía para mantener nuestro nivel. Ahora, ¿cómo mantener nuestra inserción en el mundo? Debemos priorizar energía que no recargara nuestra huella de carbono, porque eso nos hace ser menos competitivos».

Las razones son claras; Chile no tiene industria propia, gran parte de sus bienes de consumo, los debe importar, por lo que la producción nacional, no existe. Los grandes capitales que operan en Chile, exportan celulosa, madera y minerales (la pesca está en declive, por su sobreexplotación). Estas actividades requieren grandes flujos de energía que superan con creces el cosumo residencial, que concentra sólo un 15% de la electricidad del Sistema Interconectado Central.

No es que «los chilenos gasten más energía», al contrario, están preocupados de ahorrar, por el gasto que implica. Son en su mayoría los proyectos mineros quienes lo requieren. La franja cordillerana, a mediano plazo, será escenario de numerosas extracciones de minerales. Sólo en nuestra Región, Piñera anunció la plantación de un millón de hectáreas más de pino, que se convertirá en celulosa. Todo necesita energía y para ello la clase política inventa instituciones que dan una fachada de legalidad a desiciones que ya estaban tomadas.

Muestra de ello que los informes económicos ya afirmaban a inicios de 2010 que el sector energético representa el 39% de la inversión total proyectada para el quinquenio 2010-2014 en el país. Este 39% de inversión se compone, principalmente, de la construcción de 23 Centrales Termoeléctricas y 56 Centrales Hidroeléctricas. Una de ellas es HidroAysén.

En Concepción, como en Punta Arenas, Puerto Montt, Temuco, Santiago, Talca y Valparaiso, se registraron movilizaciones de rechazo a la aprobación de este proyecto, la mayoria de ellas reprimidas.

En Concepción se congraron unas mil personas, que marcharon desde Plaza Perú hasta la Plaza Independencia, donde fueron reprimidos por carabineros, quienes tiraron tal cantidad de bombas lacrimógenas que obligaron a quienes estaban en lugares cerrados del centro a abandonarlos. Se inorma que hubo 20 detenidos.

Fotos protesta en Concepción VER AQUÍ

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