Por Joaquín Hernández
Por segunda vez, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, es vinculado con los sospechosos del asesinato de la concejala de Río de Janeiro, feminista y militante del Partido Socialismo y Libertad, Marielle Franco, asesinada con cuatro tiros en la cabeza junto a Anderson Pedro Mathias Gomes el 14 de marzo del 2018, considerado como el crimen político más importante de la década en Brasil.
Y es que nuevamente surge, esta vez por la exclusiva de la revista conservadora VEJA, que luego de la detención del instructor de artes marciales Josinaldo Lucas Freitas por su participación y encubrimiento del crimen de Marielle, reveló una foto de este acusado posando junto al actual presidente brasilero.
Anteriormente, ya Jair Bolsonaro se había visto expuesto en sus vínculos al revelarse en marzo de este año una fotografía en donde sale posando con Élcio Queiroz, uno de arrestados por ese entonces por las sospechas en su participación en el asesinato de Marielle Franco.
Si bien, ambas fotografías no señalan, como indicó el destacado periodista de The Intercept, Glenn Greenwald, y quien además fuera amigo de Marielle, que Jair Bolsonaro estuviera directamente vinculado con el asesinato de la concejala de Río de Janeiro, pero que sí muestra su relación con las "milicias" que buscan ejercer el control territorial en Río, operando como grupos paramilitares que buscan disputarle las calles a las pandillas en las favelas de Brasil.
Estas milicias en buena parte están constituidas por policías y bomberos retirados, y que desde el inicio del siglo XXI intentan controlar sectores de la ciudad, ejerciendo la violencia, los homicidios y las ejecuciones sumarias contra cualquiera que se presente como un estorbo a sus propósitos. Para financiarse, extorsionan a comerciantes y locatarios de los sectores que controlan, cobrando "impuestos" a cambio de "protección" y que no se les moleste, operando en la práctica como una mafia. Y si bien inicialmente se legitimaban por presentarse como el "mal menor" para el combate con el narcotráfico, hoy las mismas milicias están permitiendo el tráfico de estupefacientes en sus territorios, y han hecho tratos con pandillas de narcotraficantes .
Ante la revelación de las fotos, las reacciones han sido de cuestionar qué tipo de vínculos tenía o tiene el presidente de dicho país con este tipo de grupos armados. Al respecto el fundador de la ONG Rio en Paz, Antonio Carlos Costa, señaló que "el presidente debe dar explicaciones al público de qué tipo de relaciones tenía con este tipo [Lucas Freitas]"