[resumen.cl] El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) entregó mediante una resolución exenta un mayor plazo a la empresa titular «Inversiones GNL Talcahuano S.p.A» para la entrega de documentos requeridos para su Resolución de Calificación Ambiental. Próximamente el SEA elaboraría el Informe Consolidado de Evaluación, pudiendo recomendar su aprobación para la votación final.
El proyecto GNL Talcahuano incluye un terminal del tipo isla (near-shore) en la Bahía de Concepción, para el atracamiento de buques de transporte de gas natural licuado (GNL) y su posterior regasificación. Hasta el momento ninguno de los servicios del Estado necesarios para su aprobación han mostrado precauciones ni propuestas ante la instalación y operación de este terminal marítimo para combustibles fósiles.
Varios documentos eran requeridos por la Comisión de Evaluación de la Región del Biobío para finalizar la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto. Este aplazamiento cimentaría la viabilidad del proyecto en un corto plazo.
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Incremento de energía fósil e inseguridad ambiental en la Bahía.
El terminal proyectado en la Bahía de Concepción, frente al sector de Isla de Los Reyes en la comuna de Talcahuano, contempla la construcción del terminal de almacenamiento y regasificación marítimo, un gasoducto flexible subacuático y una unidad de medición terrestre. Pero además, el proyecto necesita de un gasoducto de 70 metros lineales para conectarse al Gasoducto del Pacífico, obras que se ubicarían dentro del Humedal-Marisma Rocuant Andalién, zona de alta prioridad de conservación biológica.
En cuanto a esto, el Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna (Codeff), una de las primeras organizaciones en presentar observaciones ciudadanas, indicó que le preocupa lo que pasará con el entorno natural del humedal, pues tal y como señala el sitio de conservación de aves de IBA (por sus iniciales en inglés: Important Bird Area) tiene una categoría internacional de protección.
El ramal de 70 metros lineales de gasoducto proyectado llevaría gas de baja presión para su consumo domiciliario e industrial. Sin embargo, desde el ducto flexible se transportaría gas de alta presión, cuya conversión no forma parte del presente EIA. Lo que se ha indicado reiteradas veces en las observaciones de la SEREMI de Energía y por la I. Municipalidad de Talcahuano.
GNL Talcahuano S.p.A. se ha escudado en la empresa Gasoducto del Pacífico para excluir el humedal y sus zonas de más alto alto valor de conservación de la línea base de su proyecto. Lo que le ha permitido obtener la conformidad de servicios tales como el SAG, la SEREMI de Energía y la I. Municipalidad de Talcahuano y, con seguridad lograría la del Servicio de Evaluación Ambiental.
Un proceso lleno de irregularidades
Otro aspecto relevante es que a principios de septiembre finalizó el proceso de consulta ciudadana, la cual solo se realizó en la comuna de Talcahuano, ya que para efectos del proyecto no se consideran a otras comunas como zonas afectadas, dejando fuera a Penco-Lirquén y a Tomé, siendo que el terminal estaría a 7 kilómetros de Talcahuano y a solo 4 de Penco.
La empresa se defendió con que existían consultas hechas por las organizaciones sociales que rechazan el proyecto (alrededor de 40 informes con observaciones en las dos comunas), impresiones que no bastan para la representatividad de los territorios que desde un comienzo no contemplaba la EIA del proyecto de Talcahuano. Sin considerar, además, una consulta indígena para la Asociación Koñintu Lafken Mapu de Penco, la misma que hoy tiene detenido el proyecto hermano GNL Penco-Lirquén.
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Además, aún se encuentra vigente la denuncia sobre los pagos de 8 millones de pesos de la empresa Compañía Regional de Infraestructura (CRI), empresa es titular del proyecto energético GNL Talcahuano, al Concejal por Talcahuano Eduardo Saavedra mientras era candidato.
Se ha denunciado que GNL Talcahuano sería etapa de una serie mayor de inversiones portuarias en la bahía, las que se incluyen en la denominada «Plataforma Logística del Biobío». Para este mega-proyecto, la «autoridad ha normado para el sector una clasificación de usos de suelos que aseguran en el tiempo el desarrollo de actividades concordantes», tal y como se indica en la su página institucional, a las más de 900 hectáreas que actualmente son de propiedad de ASMAR y de la Inmobiliaria Parque Andalué.
Esto supondría una intervención destructiva en el Humedal Rocuant Andalién, más allá de solo la instalación del gaseoducto, por lo que se hace imperante que «tengamos que ser consientes, la gente de costa, todos los que rodeamos la Bahía de Concepción, que estos proyectos [Octopus Biobío Genera y GNL Talcahuano] son el inicio de una serie de proyectos de intervenciones que significan convertir nuestro territorio en una zona de sacrificio», denuncia Carolina Arriagada, de la Coordinadora Chorera.
La Coordinadora Chorera es la principal organización socioambiental opositora al proyecto, también se agrupan junto a otras organizaciones tales como la Coordinadora Penco-Lirquén y la Coordinadora por la Defensa de los Territorios. Actualmente esta organización se mantiene atenta a los detalles del proyecto, informando y organizando a la comunidad de Talcahuano para que ante este incremento del negocio energético fósil y amenaza para la biodiversidad local que comprende dicho sector la bahía.