Luis Guillermo Solís, la gran sorpresa de las elecciones de este domingo en Costa Rica, es un historiador, politólogo y académico convencido de los postulados de la socialdemocracia, que disputará la presidencia en segunda ronda al oficialista Johnny Araya.Tras pasar meses sumergido en los sótanos de las encuestas, Solís, de 55 años de edad, protagonizó meteóricos ascensos en dos ocasiones, primero en la convención interna de su partido -Acción Ciudadana (PAC)- para postular como candidato, en la que resultó electo a pesar de que los sondeos no le daban ninguna posibilidad.
En la actual competencia nacional, Solís pasó de los últimos lugares al primer lugar en un periodo de tres semanas, y ahora va a segunda vuelta el 6 abril tras obtener un 30.6 por ciento de votos, ligeramente por encima de Araya, con 29.8 por ciento, tras 69 por ciento de mesas escrutadas.
Hijo de un pequeño industrial del calzado y una educadora insigne, cofundadora de la primera facultad de educación de Costa Rica, Solís ha dedicado la mayor parte de su vida profesional a la academia como profesor, investigador y administrador universitario.
Tiene una licenciatura en historia de la Universidad de Costa Rica (UCR) y una maestría en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Tulane, de Estados Unidos.
Además ha sido investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y director del Programa de Estudios Políticos Centroamericanos de la UCR.
Corrupción y comunismo
Considerado su gobierno el más impopular de los últimos 20 años, Chinchilla deja al país con un déficit fiscal de 5.4%, una deuda pública de 50% de PIB y el primer lugar en América Latina en crecimiento de la desigualdad en 2013.
Araya trató de distanciarse de las críticas contra la gestión de Chinchilla, envuelto en escándalos de corrupción, prometiendo reactivar la economía y reducir la pobreza, estancada en el 20% desde hace dos décadas.
«El PLN va a recuperar sus raíces socialdemócratas, su vocación social», declaró Araya, confiado en un voto «duro» liberacionista.
Uno de ellos, Flor de María Murillo, de 77 años, dijo a la AFP tener su «sangre liberacionista» y no poder cambiar. «Espero que vivamos en paz y no quiero el comunismo», aseguró tras emitir su voto.
De traje y con bastón, Franklin Chacón, de 73 años, dijo esperar que gane Villalta: «Es una opción totalmente diferente para el pueblo a lo que nos ha gobernado en los últimos 50 años».
Villalta, que subió como la espuma encarnando un voto «protesta», promete lucha anticorrupción y un desarrollo con equidad social, tras fustigar las políticas neoliberales aplicadas en las últimas tres décadas, sobre todo por el PLN.
En esa polarización, ya en la recta final, Solís experimentó un ascenso como una opción de centro, lo cual ha hecho impredecibles los resultados. «Siento que el calor es muy positivo, la gente muy entusiasmada», afirmó.
«Cualquiera que gane encabezará un gobierno débil. No podrá gobernar solo con su partido, como ha sido la tónica», comentó Rojas.
Al próximo presidente, que asumirá el 8 de mayo, le tocará un Congreso variopinto y mayoritariamente de oposición, por lo que «necesitará un talante negociador», agregó.
El presidente del tribunal electoral, Luis Antonio Sobrado, llamó a la calma y pidió esperar a los primeros resultados, hacia las 20 horas locales del domingo, dos horas después de cerradas las urnas.
Unos 3 mil 500 policías, en un país sin ejército, resguardaron la jornada en unos comicios en los por primera vez se puede votar en el exterior.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/02/02/concluye-la-jornada-electoral-en-costa-rica-por-primera-vez-un-izquierdista-podria-asumir-el-poder-296.html