
La preocupación desde las autoridades, especialmente desde la Fiscalía de Tarapacá, es la amplia conexión que tiene con consumidores jóvenes, ya que gran parte de los compradores tienen entre 18 a 30 años, según investigaciones.
También, datos del SENDA han permitido develar esta realidad, proporcionando información que da cuenta de niños/as con una fuerte adicción a esta droga. Sin embargo, lo que se comercializa en Chile no sería la llamada “Tussi”, sino una mezcla de ketamina, un poderoso analgésico utilizado para veterinaria y que no tendría relación con el compuesto principal del tussi (2c-B)
Lo que se comercializa en Chile no sería “Tussi”
En su origen, se entiende que esta sería una droga sintética (4-Bromo-2,5) dimetoxifenetilamina o simplemente 2C-B. Esta droga es un alucinógeno de la familia de drogas conocidas como “2C”, y el término “Tusi” deriva precisamente de la pronunciación en inglés de esta sustancia (Two-Ci-Bi).
Sin embargo, las mezclas identificadas en las incautaciones han sido principalmente de ketamina en soledad, ketamina con clorhidrato de cocaína, y ketamina con metilendioximetanfetamina (MDMA) y cafeína.
Sus principales efectos y aumento durante los últimos años
“La ketamina (que hoy principalmente se vende como “Tusi”) es una anestésico disociativo, entonces el principal efecto que produce es una especie de compromiso de conciencia, como de nublar la conciencia y de una especie de separación del propio cuerpo, como de distancia en relación al propio cuerpo. El efecto buscado es una especie de alucinógeno también”, explica el doctor Carlos Ibáñez, médico psiquiatra, jefe de la Unidad de Adicciones, Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile al medio La Tercera.
Pero ¿Cómo se ha logrado aumentar los interesados en su consumo? Muchos expertos/as y sociólogos/as encuentran que uno de los orígenes puede encontrarse en las referencias que se dan desde la música urbana, con letras que hacen apologías a las drogas, específicamente a la conocida Tussi.
Asimismo, se ha logrado llegar a su masificación gracias a, según aseguran desde las investigaciones que datan desde el 2008 a cargo de la Policía de investigaciones, el crimen organizado. Uno de ellos sería el conocido Tren de Aragua.
Según una reciente investigación de La Tercera, esta organización ya tendría más de 100 personas activas en distintas regiones del país, las que se dedicaban al rubro de tráfico de armas, secuestros y narcotráfico.
Sin embargo, el trazado para identificar estas bandas ha sido complicado por las dificultades para saber los nombres reales de los involucrados, quienes ocupan apodos como Zeus, Águila y Satanás, además de usar identidades distintas por periodos cortos de tiempo. Manifestaron incrementar esfuerzos investigativos para agilizar la investigación.