Fueron 22 días de ausencia por parte del sostenedor del colegio, Eduardo Grass, que concluyeron hoy con la firma del acuerdo de negociación colectiva que alcanzó el sindicato movilizado, con el empresario a cargo de la corporación educativa Emprender.
Por Juan Contreras Jara
Durante esta jornada, el sindicato unitario de trabajadores y trabajadoras del colegio Emprender Larapinta de Lampa, en la región Metropolitana, finalizaron su huelga, consiguiendo el reajuste salarial y la bonificación de término de conflicto que exigieron durante casi un mes a su empleador.
Sobre los logros de la huelga, Rodrigo Jara, presidente del sindicato del colegio Emprender Larapinta, comentó que, «llegamos a un acuerdo en los puntos que teníamos trabado el contrato colectivo y que detonó en la huelga, que tenían que ver con el reajuste, que finalmente se pagará en una sola cuota. Ellos lo iban a parcializar en dos años y logramos que fuera en solo uno, además de un bono de término de negociación de 350 mil pesos».
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El dirigente sindical destacó la unidad de las y los trabajadores del colegio Emprender Larapinta, expresado en la unanimidad constante en las votaciones que rechazaron las ofertas del empresario y sostenedor del establecimiento Eduardo Grass. «Aumentaba muy poco dinero, la idea de ellos fue desgastarnos, nunca pensaron que nos extenderíamos tanto en la huelga, sin embargo cuando hubo que demostrar el compromiso con nuestras demandas las bases se cuadraron contra sus ofertas provocadoras».
Fue el 9 de noviembre pasado que las y los trabajadores votaron por unanimidad la huelga, denunciando además los posibles conflictos de interés de su sostenedor y presidente de la corporación educativa Emprender Larapinta, Eduardo Grass, quien le pagaría arriendo por la infraestructura del establecimiento a la constructora Socovesa, de la que también es accionista.
El colegio Emprender Larapinta pertenece a la corporación educativa y cultural Emprender, que tiene 4 establecimientos repartidos en Temuco, Osorno, Puente Alto y Lampa, con Grass a la cabeza. El empresario no solo negocia con la educación, si no que mantiene empresas en otros rubros, según informó a Resumen el dirigente sindical.
Sobre la actitud del empresario Eduardo Grass durante la negociación colectiva y el periodo de huelga, Jara comentó que, «él estuvo ausente, delegó el tema al equipo negociador y se desentendió de la problemática que tenían sus trabajadores en el colegio».
No fue si no después de la exposición pública de sus negocios, que el manda mas de la corporación educacional Emprender aceptó los puntos de conflicto en el petitorio del sindicato. «Una vez que se vio evidenciado en las redes sociales, donde estuvimos mencionando que era a lo menos sospechosos que se pagaba arriendo desde la misma corporación a Socovesa, hizo que él se involucrara, por la presión que hubo, pero él estuvo ausente totalmente de la negociación».
Desde el sindicato del colegio Emprender Larapinta concluyeron en la crítica a la administración de establecimientos educacionales por parte de empresarios de rubros tan distantes de la actividad pedagógica como el de la construcción, en el caso de su sostenedor, Eduardo Grass.
«No deberían estar grandes empresarios a cargo de la educación y menos con relaciones espurias entre sus negocios y las escuelas. Que se genere una rotación de dinero, que se traspasa a las corporaciones educativas y que luego eso tenga un redito en sus otros negocios, nos parece a lo menos cuestionable y revisable de aquí en adelante, de como se enfrenta a nivel país la relación y los conflictos de intereses que existe entre los empresarios y los proyectos educativos», finalizaron.