[resumen.cl] Recientemente, el Sindicato de Trabajadores Eventuales Transitorios a Plazo Fijo de Pesquera Blumar, en Talcahuano, ha realizado diversas denuncias consistentes en posibles acciones antinsindicales ejecutadas por la empresa, además de agresiones contra integrantes de la directiva dentro de la planta y el pago de salarios inferiores a los establecidos por contrato.
La presidenta de la organización, Lizie Basaul García expuso a Resumen que antes de la pandemia, sus contratos se extendían desde el 1 diciembre al 30 de abril, luego se firmaba un anexo hasta el 20 agosto y, desde el inicio de esta situación sanitaria, los contratos se extienden desde el 1 diciembre al 30 marzo, firmándose un anexo hasta julio 30. Desde su perspectiva, esto es muy importante para entender cómo es que las y los trabajadores son presionados con la no renovación del contrato en el caso que ejerzan reclamos.
De acuerdo a la representante, la situación laboral en Pesquera Blumar ha experimentado un deterioro hasta provocar hechos como los que relatará. Desde el 2020, al inicio de la pandemia, la empresa determinó la separación de un turno de 107 personas en dos, sin hacer nuevas contrataciones, provocando el aumento de la carga laboral para cada trabajador/a, causando perjuicios como la pérdida de los horarios de colación, dificultades para poder concurrir al baño, inclusive. En este contexto, decidieron fundar el sindicato el 12 de marzo de 2021, una decisión en extremo difícil sobre todo por la desventajosa condición de obreras/os eventuales. Actualmente, tiene 42 afiliadas/os.
Uno de los logros de la organización fue, a través de un proceso de mediación laboral en julio de 2021, conseguir la entrega de ropa de frío en fecha acordada, la regularización de los días de descanso (trabajaban más de 15 días seguidos), regularización e información al Sindicato de las desvinculaciones decididas por la empresa (aunque sin especificar los mecanismos para ello), entre otras garantías. Paralelamente, Pesquera Blumar incurría en diversas acciones contra la directiva, según la presidenta. Estas, se orientaron primero contra la secretaria sindical, Ángela Jara Arévalo a quien se le impidió realizar «todas sus funciones, argumentado que ella se equivocaba mucho y que no podía subir al altillo, ni ingresar a bodega y tampoco a la oficina», aseveró Lizie Basaul García.
Simultáneamente, indica, Pesquera Blumar propició la formación de otro sindicato para que quienes no estuvieran en el constituido anteriormente recibieran «todos los beneficios ganados en el convenio», a pesar de que a ellas como directiva se les «prohibió hacer reunión para poder informar que todos podían recibir el beneficio sin estar en el sindicato». Claramente, expone Lizie Basaul García, «este sindicato es quien respalda a jefatura en el mal actuar y las malas costumbres arraigadas en algunos contratados», añadiendo que se han incrementado las desavenencias entre trabajadores/as, primero en el contexto competitividad por alcanzar mejores salarios, además de «relaciones amorosas que sostiene jefatura con trabajadoras creando privilegios para unas y desvinculaciones para otras», la creación de una red de protección «donde nadie es capaz de ir en contra para no ser desvinculado». A pesar de ello, en su condición de presidenta del sindicato, ha continuado asumiendo sus responsabilidades solicitando transparencia en las remuneraciones, pago de horas extras, por producción, marcaje, tonelaje y bonos nocturnos. Estas serían las causas de la agresión sufrida por ella la madrugada del 11 de enero en el ingreso a la planta.
Lizie Basaul García, relata que cuando terminaba su turno recibió de parte de un colega, con quien había sostenido una discusión, una gran carga de pesca para su procesamiento. «Le grito que corte la pesca para que me pueda escuchar, hay mucho ruido dentro de planta, él me ve que le hago señas para que corte la pesca [que] se estaba reventando […] se desespera, empieza a pisar con las botas la pesca para que baje y así pueda avanzar la línea, pero está tan llena que no avanza, insiste varias veces haciendo lo mismo, aplastaba la pesca con la bota pero era tanta que no daba resultados, no caía pesca, pide apoyo por radio llega otro contratado a la tolva a abastecer la cinta de manera manual y ahí empieza a bajar la pesca […] con mi compañera seguimos envolviendo, dan la orden de cortar el proceso, mi compañera se dirige a los «vines» a lavar las cajas y yo me quedo lavando la máquina, cosa que siempre hago, es habitual que en la línea que trabaje yo lave la maquina, ya que no me gusta que me llamen la atención por dejar algo a medias. Tapo los sensores, empiezo a lavar la máquina ayudo a mi operador, la máquina estaba imposible, llena de sangre donde se reventó la pesca. Fui la última en salir de la planta, junto a otra compañera, lo cual me llamó la atención de que fuera ella, ya que su línea terminó mucho antes y ella siempre es la primera en irse de la planta, ya que tiene un fuero maternal por su bebé».
Luego de esta situación, habría ocurrido el hecho ya denunciado a la Fiscalía y que la representante relata del siguiente modo:
«Cuando llego a los casilleros estaban todas casi listas y ese día no me alcanzaba a bañar, ya era tarde y no quería que mis compañeros demoraran por culpa mía en los buses […] Cuando llego al portón de la empresa me estaba esperando mi compañero [con quien había sostenido la discusión] quien me propina malos tratos verbales, y siento un golpe en mi cabeza, era su pareja, de quien desconozco el nombre, además se encontraban dos hombres con ella los cuales me amenazaron de que me VAN A MATAR y que me irían a esperar todos los días afuera de planta.
En el momento que me golpea esta mujer yo veo solo partes, ya que me tenía tomada del cabello, con la cabeza hacia abajo. Mis compañeros fueron amenazados, de quien se metía "le ponemos un balazo", yo me encontraba en el suelo sintiendo las patadas donde lo único que trataba era de protegerme la cara, en un momento veo una mano y era una compañera, me paré pero me seguían golpeando, llega un momento que logran que la mujer me suelte del pelo y me logran sacar. En esos momentos me prestan ayuda mis compañeros y me ingresan a la planta.
Ángela Jara [secretaria sindical] llamó a carabineros y a la PDI quienes me llevaron a constatar lesiones, el turno completo con los buses parados permaneció acompañando y cuidándome, ya que hombres aún rondaban. Solo regresaron a su domicilio cuando me llevan a constatar las lesiones al hospital».
Ante la consulta de cómo explica las posibles causas de la agresión, la presidenta del Sindicato de Trabajadores Eventuales Transitorios a Plazo Fijo de Pesquera Blumar, responde: «Producto de mi condición de dirigente sindical cumplo con informar al gerente de zona, acerca de los privilegios familiares donde algunas personas no cumplen y en este caso sus superiores o familiares los amparan. Esto lo confirmó el mismo compañero de trabajo involucrado en la agresión, más otro compañero que también le informa lo mismo a la secretaria del sindicato meses atrás». Estas confrontaciones, explica, ocurren en el contexto que buena parte del salario de las y los trabajadores se compone de bonos por procesos terminados, por lo tanto la permanencia de operarios con facilidades para ausentarse intermitentemente de las faenas y demorarse más tiempo en ellas, afecta al resto pues se le endosa mayor carga laboral o puede imposibilitarles de acceder a estos.
Desde el 13 de enero, Lizie Basaul García cuenta con una medida de protección extendida por treinta días, a causa de la agresión sufrida. También informa que, por tal periodo se ha normalizado el servicio de transporte para quienes trabajan en la planta, antes interrumpido bajo el argumento de que en los buses se propiciaba el contagio de COVID-19, pero que les ha generado distintos perjuicios y expuesto a riesgos, en tanto hay «poca locomoción […] las veces que quedamos botadas, muchas de nuestras compañeras llegan a pie al trabajo o fueron movilizadas por otras compañeras», además de la probabilidad de sufrir ataques o asaltos en la madrugada.
Ante la consulta respecto a los hechos expuestos por la presidenta del sindicato, Pesquera Blumar, consultada telefónicamente, ha respondido que no tenían notificación alguna respecto a las denuncias expuestas.
Recientemente, la directiva sindical ha hecho un requerimiento de mediación ante la Dirección del Trabajo planteando que Pesquera Blumar no reporta la totalidad de la pesca procesada por trabajadores/as, generando un perjuicio ostensible en el salario que reciben, en tanto este se compone significativamente de un monto variable y dependiente de ello.
Fotografía de portada, cedida por el Sindicato de Trabajadores Eventuales Transitorios a Plazo Fijo de Pesquera Blumar
Pesquera Blumar .