Señor director:
Nuevas alarmas se han encendido debido al nuevo socavón formado en el sector de Reñaca por los deslizamientos de tierra ocurridos en el lugar. El suceso, que obligó a evacuar a los residentes del Edificio Euromarina II, construído en esa zona, ha dejado ver la amenaza a la biodiversidad que ha generado la expansión de los proyectos inmobiliarios.
El saqueo y la destrucción deliberada de nuestro ecosistema que ha sido cometida en nombre del desarrollo económico, ha consolidado un sistema basado en la explotación del medioambiente que se ve reflejado no sólo en el descomedimiento de las empresas inmobiliarias al construir en lugares que la evidencia geológica señala inadecuados, sino que además, en la actitud irresponsable de las entidades que autorizan estos ecocidios.
La planificación urbana ejecutada de manera irresponsable con el medioambiente, únicamente conduce a la destrucción y terminará aniquilando nuestro ecosistema. Los destrozos a la naturaleza jamás van a ser compensados con grandes edificaciones ni los elementos esenciales para la vida serán devueltos con el desarrollo económico.
Por Antonia Acuña
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Fotografía principal de @MichelDeLHerbe