Un reportaje realizado por el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) presenta una arista a los cuestionamientos al proyecto minero de tierras raras que busca instalarse en Penco, porque además de las preocupaciones y críticas de la comunidad local o la intensa campaña por legitimarse en la zona, cuestiona la opacidad en torno al financiamiento del proyecto mediante sociedad offshore en paraísos fiscales para eludir impuestos y «sociedades de papel» para ocultar su estructura financiera, lo que sólo aumentan las desconfianzas.
Por Alejandro Baeza
La investigación titulada «Las platas de paraísos fiscales que salpican al proyecto minero de tierras raras que busca instalarse en Penco» aporta nuevos aspectos para cuestionar a la minera Aclara, empresa que busca desarrollar un proyecto de tierras raras en los cerros de Penco, el que ha sido criticado por la comunidad, que lo ha rechazado previamente mediante una consulta ciudadana en la que participaron más de 9.000 personas. Ahora, la empresa está llevando a cabo un proceso de Participación Anticipada con una serie de actividades en distintos puntos de la región para presentar su proyecto a la comunidad.
El artículo también señala que las comunidades locales están preocupadas por los graves peligros que implica la minería de tierras raras, particularmente después de conocer los efectos devastadores que ha tenido en China, principal productor mundial de estos elementos.
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La publicación también destaca que Aclara presenta a directivos y técnicos como «expertos» en este tipo de explotación, cuya experiencia proviene de trabajar en proyectos de empresas y conglomerados reconocidos por la destrucción ambiental y los daños causados a comunidades en Chile.
No obstante, apunta principalmente a la opacidad en torno al financiamiento de la inversión de Aclara. El informe de la empresa señala que la parte que ejerce el control mayor de la sociedad es el Sr. Eduardo Hochschild, cuya participación en la empresa se ejerce a través de sociedades offshore. El reportaje menciona que la Islas Caimán es considerado un paraíso fiscal y que la dirección de otras dos sociedades constituidas por Hochschild en el mismo lugar es la misma que la de Pelham Investment Corporation, lo que sugiere que estas sociedades pueden ser utilizadas como «sociedades de pantalla» o «de papel». Además, se menciona que la directora de Hochschild Mining ocupó varios cargos de responsabilidad en la financiera RBC Capital Markets, del Royal Bank of Canada, que funciona desde el paraíso fiscal de Guernsey.
«Constituir una sociedad offshore o abrir una cuenta bancaria en un banco extranjero es legal, siempre y cuando no se dedique a actividades criminales y pague los impuestos que le correspondan en su país de residencia o de origen, sostiene Foster Swiss, a la vez que señala la diferencia con ‘evasión fiscal’ como sigue:
‘La legalidad de estas estructuras se basan en el principio de la "elusión fiscal", es decir, aprovechar todos los recursos legales para pagar menos impuestos. No debe confundirse con la evasión. La evasión es un comportamiento ilegal de una persona física o jurídica para no pagar los gravámenes, como por ejemplo, el lavado de dinero, ocultar información, declarar información falsa, etc’.» señala la publicación.
El entramado financiero da cuenta de legítimas desconfianzas que proliferan de la comunidad de Penco, ante una empresa que pese a plantearse comunicacionalmente desde la transparencia, posee en su trasfondo un entredicho dotado de paraísos fiscales.
Revisa el reportaje completo en el siguiente enlace: Las platas de paraísos fiscales que salpican al proyecto minero de tierras raras que busca instalarse en Penco