Finalmente no prosperó un intento de censura a la actual directiva del Sindicato 1 de Trabajadores de Huachipato, que preside Mónica Aguilera y que estaba impulsando la administración de la empresa, a través de un grupo de ex dirigentes.

En carta hecha llegar a los socios, Mónica Aguilera explicó  que "quiénes están detrás de ella son los mismos que pretendían firmar el acuerdo de convenio presentado por la empresa al Sindicato Nº 2, es decir, los ex dirigentes censurados".

Hacía referencia a un proceso de censura anterior vivido por la directiva anterior, hace un año, y que significó la elección de una nueva mesa que mantuvo a Aguilera en la presidencia.

El 12 de junio se realizó la votación a la censura del directorio, acto en el que participaron 299 de un total de 390 socios del Sindicato.

A favor de la censura, se pronunciaron 113 asociados; en contra 185, hubo también un voto nulo. Es decir,  casi el 62 por ciento de los votantes, rechazaron la censura a la directiva. No votaron 91 socios.

La presidenta del Sindicato 1 agradeció a quienes "decidieron respaldarnos, en el entendido que nuestra base ha sido, es y será el motivo de nuestro único propósito para el cual fuimos elegidos, y que consiste en proteger y cautelar la fuente laboral, junto con la mantención total de todas las cláusulas de nuestro convenio colectivo, vigente hasta el 31 de mayo de 2015".

Al hacer un balance de su gestión como dirigenta sindical, al frente del otrora poderoso Sindicato 1 de Huachipato, Mónica Aguilera reconoce que defender los derechos y beneficios de los huachipatinos ha sido "una de las experiencias más duras que he vivido. He sido la primera mujer que ha sido elegida como presidenta de este sindicato, para asumir la defensa de lo que es importante para los afiliados. No es un rol que yo desease antes de asumir el cargo, pero lo he tomado con responsabilidad a pesar de mi inexperiencia, con mis limitaciones, con flaquezas y lo que son mis fortalezas".

Recalca que nunca imaginó que su principal tarea sería enfrentar a la empresa, en un marco en que los ejecutivos hablan de su preocupación por los trabajadores, pero actúan de manera distinta.  "No estaba en mi sabiduría  saber que sería atacada, injuriada, amenazada de despido, por realizar el trabajo que le incumbe al presidente de un sindicato. Debo agregar, por una cuestión de verdad, que la empresa también ha tratado de comprarme, al ofrecerme el «privilegio» de pagarme solo a mí la actividad sindical, considerando en conciencia que ello sería utilizado como arma de división al interior de la directiva. Situación que por principios he rechazado", declara.

Rechazada la censura que buscaba la empresa, lo que sigue es el resultado que pueda tener en el Juzgado Laboral la demanda pidiendo el desafuero de tres integrantes de la directiva, incluida la presidenta, presentada por la administración. El juicio se realizará el 18 de julio.

Por TBB

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