Studio Ghibli es vendido a gigante cadena "Nippon TV"

La cadena más importante de Japón, Nippon TV, comunicó Studio Ghibli pasará a ser una filial de su compañía tras la compra de acciones que le convirtieron en el socio mayoritario.

Por Alejandro Baeza

En conferencia de prensa conjunta en Tokio, gigante cadena japonesa Nippon Television Network Corporation, más conocida como Nippon TV, reveló que se convirtió en el socio mayoritario del Studio Ghibli al comprar el el 42,3 % de las acciones, con lo que el reconocido estudio de animación pasará a ser una de sus filiales a partir del próximo 6 de octubre, día en que enviará ejecutivos, incluido un director general, para administrar la compañía.

Nippon TV indica que ambas partes tomaron la decisión a través de sus esfuerzos por buscar sucesores de Miyazaki y del productor Toshio Suzuki. Los delegados del canal de televisión han expresado que creen poder preservar el valor de marca del estudio de animación, consigna el medio informativo japonés, NHK.

Suzuki, que hasta ahora era el director general de Ghibli, anunció que renunciará a su cargo señalando que el estudio ha crecido tanto que se ha convertido en una entidad mucho más grande de lo que jamás habían imaginado, por lo que no se podía seguir administrando como venía hasta ahora.

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Según Suzuki, habrían acordado con Nippon TV que el estudio mantendrá el estilo de sus obras, y que ha sido muy difícil el formar a directores que sean capaces de tomar el relevo de Miyazaki, a pesar de haberlo intentado en varias ocasiones.

Por su parte, la casa de animación indicó en un comunicado que "En Studio Ghibli, el director Hayao Miyazaki tiene ahora 82 años, y el productor Suzuki Toshio también tiene 75 años, y la cuestión de la sucesión ha sido un problema durante mucho tiempo", explicó la casa animadora. "Goro Miyazaki, el hijo mayor del fundador Hayao Miyazaki y director de cine de animación, ha sido mencionado varias veces como el sucesor del Studio Ghibli. Sin embargo, el propio Gorō Miyazaki se negó firmemente, creyendo que sería difícil manejar sólo a Ghibli y que sería mejor dejar el futuro de la empresa a otros".

En junio pasado, Ghibli cumplió 37 años de trabajo con películas que logrado conquistar el corazón de espectadores en todo el mundo, con verdaderas obras maestras del cine. Cabe preguntarse qué tipo de administración llevará a cabo Nippon TV en cuanto a la explotación de personajes o la creación de secuelas, algo que hasta ahora se habían negado rotundamente.

 

Studio Ghibli, una historia de película

Ghibli es el resultado de años de trabajo en conjunto de los genios creativos Isao Takahata y Hayao Miyazaki. Takahata inició su carrera en Toei Doga, para entonces el gran estudio de animación en Japón, actualmente llamado Toei Animation, responsable de los animés más populares tanto en Japón como para todo el mundo, pero que ya en los años 60 era llamado el «Disney nipón», produciendo largometrajes y series de la mano del renombrado Osamu Tezuka (Astroboy, Kimba el León Blanco, La Princesa Caballero, etc.) con un sistema de producción de bajo costo, que llevó a mediados de los 70 a «reducir gastos» en base a despido de trabajadores y aumento en la cantidad de horas de trabajo del personal, situación que produjo una gigantesca huelga como herramienta de lucha, que luego desembocaría en una fuga de animadores -quienes finalmente generaban las utilidades y riquezas del estudio- a otras televisoras ansiosas de iniciar su propia producción de animé. El principal instigador de esta huelga fue precisamente Isao Takahata, quien como dirigente sindical puso en jaque al monstruo Toei.

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En esta fuga de trabajadores, Takahata insta a Hayao Miyazaki, un joven principiante que lo admiraba y con quien había trabajado Hols, el príncipe del Sol -quien además se había transformado en una suerte de aprendiz-, a abandonar Toei e irse a trabajar con él, tanto por su afinidad política en el marxismo, así como por su visión artística y creativa.

Tras irse de Toei, en 1974 fueron a parar a Fuji TV, donde a Takahata como director de proyectos, le encargaron un espacio en la programación para adaptar clásicos cuentos infantiles a series animadas. Impulsado por la experiencia vivida en la realización de «Hols», Takahata trae a buena parte del Sindicato 1 de Toei y replica la estructura de animación de su antiguo empleador dando inicio a la productora Nippon Animation, donde dio vida a los clásicos Heidi en 1974 y Marco en 1976.

Para estas obras puso a su amigo Hayao Miyazaki a cargo de la creación de personajes y la elaboración de los fondos (backgrounds), produciendo nuevas líneas de animación y narración como nunca antes se habían realizado en el animé, lo que llevó a Heidi, la historia de una tierna niña que vive con su abuelo en los Alpes, a transformarse en un megafenómeno, pues la obra fue un sorprendente éxito mundial, siendo la primera serie de animación japonesa en ser transmitida tanto Europa, Estados Unidos y América Latina con un éxito arrollador, éxito que después fue repetido por Marco, un niño italiano que viaja por el mundo buscando a su madre. Ambas fueron revolucionarias por su concepción reposada y costumbrista, lejos de los productos de la época con tramas de acción y fantasía.

Por su parte, Miyazaki dirigió en 1978 una serie animada titulada Conan, el niño del futuro donde en 26 capítulos muestra un mundo postapocalíptico luego de la aniquilación de la Tercera Guerra Mundial (el gran temor durante la Guerra Fría), siendo también muy bien recibida en Japón como en otras latitudes.

A pesar de su exitoso trabajo en estas series, por diferencias salariales y de condiciones laborales, mas no creativas pues Nippon Animation daba total libertad al equipo, Takahata y Miyazaki deciden que es tiempo de formar un propio estudio bajo las directrices laborales y artísticas adecuadas a su pensamiento, y tras el camino a seguir mostrado por el largometraje Nausicaä del Valle del Viento dirigida por Hayao Miyazaki y producida por Isao Takahata, impulsa a su equipo a tomar un nuevo rumbo, siendo éste origen del Studio Ghibli.

En Ghibli hasta el de día hoy mantenían algunos de los estandartes ideológicos en sus películas. Sin ser panfletos políticos, sino que sutilmente y muy bien justificados en la historia plantean una crítica a la sociedad capitalista, al consumo, al individualismo y la depredación ambiental, además de tener casi como regla no escrita que sus protagonistas sean mujeres, no en la versión princesa que necesita ser rescatada, sino mujeres fuertes, aventureras, con defectos y ganas de resolver los problemas que se les presentan. El marxismo influiría también la organización del trabajo de Studio Ghibli, donde el reparto de responsabilidades y la horizontalidad serían modelo organizativo. Habrá que ver qué tanto de este espíritu se mantiene bajo la nueva administración.

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