Es difícil hablar de lo que uno siente, he pasado mis últimos 37 años preocupada de recordarle a mis pulmones que tienen que ser pulmones para poder vivir.
Hasta ese 4 de marzo en que sentí un dolor que me arañó y desgarró por dentro. Lloro por ti, lloro por todos los presos, lloro por lo que viviste, lloro por la injusticia, lloro por la justicia y lloro por mí, lloro por la soledad que me está matando y consumiendo por dentro.
Han pasado 1 año y 7 meses, al tiempo le da igual si estoy destrozada y hundida en la miseria, le da igual, le da igual que esté llorando una ausencia tan inmensa, que me duele literalmente el corazón cada vez que respiro, al tiempo le da igual, el tiempo sigue pasando inexorablemente, nunca se detiene.
A mí me gustaría que permaneciera inmóvil y eterno, pero la cosa no funciona así, al tiempo le da igual que yo esté preparada para continuar, porque el tiempo va marcando los segundos esperando que yo siga el ritmo y eso es lo que hago aunque me cueste... y a mi tiempo seguiré hasta verte salir por esa puerta.
Tania Parada
Compañera de Jordano Santander, preso político de la revuelta de San Antonio.