[resumen.cl] Quienes laboran en la Corporación Cultural de Las Condes han denunciado los despidos de 6 personas desde el 31 de diciembre del pasado año hasta la fecha. Han identificado estas desvinculaciones como injustificadas y como una represalia contra quienes reclamaron la implementación de medidas de seguridad sanitaria en el contexto de la pandemia en el transcurso del 2020.
La Corporación Cultural de Las Condes se financia principalmente con recursos públicos y tiene como presidente de su directorio al alcalde de la comuna Joaquín Lavín. Antes del término de este año, la institución contaba con 120 trabajadoras/es aproximadamente.
De acuerdo a quienes laboraban en la institución, los despidos se materializaron bajo la figura de "necesidades de la empresa", no obstante las funciones que cada cual realizaba no habrían sido suprimidas, pues serían necesarias para la continuidad de sus operaciones. También explican que tal decisión se ha tomado contra quienes firmaron una carta a través de la cual solicitaron al directorio de la Corporación Cultural de Las Condes que implementara medidas de seguridad sanitaria luego que ocurriera un brote de COVID-19 que no les fue informado y que gracias a que las y los afectados les alertaron, pudieron hacer cuarentena preventiva.
En su comunicación exponen que la Corporación Cultural de Las Condes es "una institución plagada de irregularidades, nepotismo, sueldos obscenos para sus directores y corrupción". Al respecto uno de los trabajadores despedidos indicó la existencia de tres edificios patrimoniales de propiedad de la institución que requieren arreglos permanentemente y que una empresa vinculada al director de administración y finanzas, John Barra Inostroza, los ejecuta sin mediar licitaciones y "con precios totalmente inflados". También identificó a Barra Inostroza como operador político con antecedentes de corrupción y de acoso laboral, tanto en la administración municipal de Las Condes, mientras Francisco de la Maza Chadwick fue alcalde, como en el Ministerio del Interior durante la primera presidencia de Sebastían Piñera.
El trabajador además plantea que el Festival de Las Condes, aunque es organizado por la Corporación, su ejecución fue pagada a la productora Bizarro Live Entertainment sin ninguna licitación de por medio. Por otra parte, acusa que las instalaciones de la Corporación Cultural de Las Condes son usadas en actos de la UDI y Renovación Nacional, para los cuales se obliga a trabajadores a servir en diversas funciones.
Cuando se le pregunta por los hechos que justificarían la acusación de nepotismo, expone que en distintos cargos figuran la consuegra del alcalde de Vitacura, Raúl Torrealba, un primo del alcalde de Colina, Mario Olavarría, la cuñada de Gonzalo Müller, marido de la diputada de María José Hoffman y consejero de Joaquín Lavín. Además de acusar que hijos de directores de la Corporación cobran sueldos por encima de los dos millones de pesos con jornadas reducidas o incluso sin la necesidad de acudir a su supuesto puesto laboral.