La mañana de este miércoles trabajadores de Correos de Chile, tanto de Concepción como de otras comunas aledañas, se manifestaron marchando por el centro de penquista. Paralelamente trabajadores de Ripley se manifestaban en las afueras de las sucursales de Barros Arana. Al medio día, los dos grupos se unieron y marcharon por las calles de la ciudad.
El inicio de la huelga legal, por parte de los trabajadores de Correos de Chile, se justifica dado el no acuerdo en la negociación colectiva con la empresa, la cual no accedió a las demandas planteadas por los empleados, en consecuencia todos los sindicatos, los cuales agrupan a aproximadamente 4.900 trabajadores alrededor de todo Chile, hicieron efectiva la huelga a las 00:00 hrs de anoche..
Según el dirigente, Ricardo Iriarte, lo que se exige es un reajuste salarial de un 18%, una negociación colectiva de 2 años más un bono de término de conflicto, sin embargo la gerencia no aceptó este petitorio y ofreció practicante migajas.
Cuando realizaron un paro de advertencia, el 19 de noviembre de 2012, Ricardo relató que hace dos años hubo una jubilación masiva de carteros, dejando espacios que no fueron cubiertos por reemplazantes lo que implicó que los carteros que quedaron tuvieron que asumir la distribución en los territorios que habían quedado vacantes.
Esta gravosa carga laboral la soportan los trabajadores con los sueldos más bajos de la adminitración pública, a diferencia del gerente Pablo Montaner que gana 11 millones de pesos y junto a él hay una gran cantidad de personas que recibe sueldos igualmente millonarios en cargos absolutamente inoficiosos y que en poco tiempo se desvinculan de Correos de Chile haciéndose pagar indemnizaciones que son verdaderas burlas para quienes, con su trabajo, sostienen esta empresa fiscal.
Un trabajador, en promedio gana $220.000, trabajando en turnos relativos que promedian las 11 horas, decimos relativos ya que un cartero no tiene un horario de termino de jornada definido, por lo que se asume un reajuste salarial es lo menos que la estatal debe mejorar, no solo por el aspecto monetario, sino por darle una mayor valoración y dignificación a este olvidado oficio, el cual lleva 10 años negociando sin recibir un trato digno por parte de los administrativos.