El pasado lunes 1 de septiembre, profesores y paradocentes de establecimientos municipales de la comuna de San Pedro realizaron un paro de brazos caídos. El objetivo de esta movilización fue denunciar las agresiones que están sufriendo los trabajadores dentro de los recintos educacionales.
El Colegio de Profesores relata a Resumen tres hechos que sucedieron la semana pasada "En el establecimiento Nuevos Horizontes , ubicado en el Sector San Pedro de la Costa, irrumpe una apoderada a la sala de clase con la intención de golpear a una alumna, la profesora presente sin poder contener el hecho, queda en estado de shock, como consecuencia de esto ingresa al establecimiento el hermano de la alumna agredida, en una actitud de extrema violencia hacia el personal directivo del establecimiento (inspectores) por lo que es llevado detenido por efectivos de carabineros.
Asimismo, en el establecimiento Michaihue un alumno golpea al asistente social del establecimiento, al tratar de contenerlo el joven saca una arma blanca de la manga de su chaleco y amenaza de muerte a otro profesor. El alumno es detenido, y tiene prohibición de acercarse al establecimiento por tres meses. En Escuela Luis Alberto Acevedo un estudiante de sexto año se descontrola y golpea a profesores(as) que tratan de contenerlo, rompe vidrios y puertas, ninguna institución de la comuna asiste al alumno (carabineros, consultorio, OPD, seguridad ciudadana)
La autoridad municipal respondió afirmando que estos son casos aislados, que se deben seguir los protocolos de acción y que no se puede vulnerar el derecho a la educación. Considerando lo sucedido en esta comuna, el Director provincial de educación accedió a la petición de suspender una jornada laboral y otorgar ese día para realizar una jornada de trabajo en la cual se analizaría el reglamento interno de cada establecimiento adecuándolos a la realidad de las escuelas.
La solución para los afectados es denunciar a carabineros el hecho y luego establecer demandas judiciales. Según los afectados estas denuncias no se resuelven con la prontitud que corresponde ni tampoco se establecen acciones que contribuyan a remediar lo sucedido." Las demandas son eternas, mientras tanto el profesor permanece con daño a veces físico, y daño sicológico lo que hace que permanezca mucho tiempo con licencia médica y con temor a volver a trabajar. Se aplican los protocolos de acción y se informa a la Superintendencia de Educación (Ente fiscalizador) la que después de una investigación resuelve los casos en un 90% a favor de los agresores. Los alumnos o apoderados en la mayoría de los casos siguen perteneciendo a la comunidad educativa y son los profesores agredidos los que deben irse trasladados a otros establecimientos de la comuna. "
Considerando que estos hechos violentos se están convirtiendo en acciones cotidianas, los trabajadores decidieron que cada vez que ocurra un hecho como los relatados se paralizarán las actividades a nivel comunal con la finalidad de llamar la atención de las autoridades.
Igualmente han levantado un pliego de peticiones a la autoridad "Exigimos a las autoridades brindar apoyo, tanto sicológico como judicial a cualquier trabajador de la educación afectado por hechos de violencia física o sicológica. El DAEM y el ministerio elaboren un plan de trabajo, conocido por los docentes, que apunte a proteger y resguardar nuestra labor, evitando de esta forma actuar de manera improvisada frente a este tipo de acontecimientos. Tanto el DAEM como las escuelas deben tomar medidas drásticas con aquellos apoderados y estudiantes que agreden tanto física, como sicológicamente a cualquier trabajador de la educación. En cuanto al papel de la Superintendencia, debe ser analizado sus funciones, pues solo protege a los estudiantes y apoderados, dejando a los docentes expuestos a un sinnúmero de acusaciones, la mayoría sin asidero. Igualmente el Ministerio de educación debe demostrar su intención de reposicionar socialmente la carrera profesional docente, tomando medidas concretas y definitivas frente a este tipo de maltratos que afectan a los profesores y profesoras de Chile.
La violencia dentro de la escuela es un reflejo de una sociedad que es constantemente violentada, el problema no lo resuelve un protocolo de medidas punitivas, sino que con una sociedad en la cual se privilegie el bienestar de la comunidad considerando los intereses y necesidades de ésta. Sin embargo, es indiscutible que las mejoras en la condición de trabajo de estos laburantes es imprescindible para combatir la violencia dentro de las escuelas.