Intentos de ahorcamiento, golpes con secuelas, mordiscos, escupitajos y amenazas de muerte, son algunas de las agresiones que día a día sufren los trabajadores del único hospital público de salud mental del país. Con una alta demanda, inclusive a cargo de pacientes derivados desde tribunales por delitos que van desde robo hasta asesinato, la Asociación de Funcionarios de la Unidad de Desarrollo del Hospital Doctor Horwitz Barak y el Consejo Directivo de Fenats Nacional, presentaron un petitorio a las nuevas autoridades del Ministerio de Salud.
Por Cristina Mistretta
Las reiteradas y graves agresiones físicas y psicológicas que reciben los trabajadores del emblemático recinto hospitalario debido a las precarias condiciones laborales que allí se registran por décadas, llevaron a los dirigentes sindicales a reunirse hoy con el encargado de Relaciones Laborales del Minsal, Cristián Gutiérrez, para exigir que el nuevo gobierno cumpla su palabra e intervenga, tomando cartas en materia de salud mental; una de sus promesas de campaña, sobre un área de la salud tan abandonada en Chile.
La falta de seguridad del establecimiento se ha visto deteriorada aún más durante la pandemia de Coronavirus. Los trabajadores son agredidos por los pacientes, generándose un ambiente laboral insostenible. A ello se suma la falta de personal capacitado y falencias de infraestructura apropiadas.
El petitorio entregado contempla, entre otros asuntos, sumar 100 técnicos de enfermería, 20 enfermeras, 40 auxiliares de servicio, asignación de cuarto turno, la contratación de una empresa externa de seguridad que refuerce las medidas internas, una alianza con Gendarmería para el cuidado de los pacientes con privación de libertad estipulada por los tribunales de Justicia, una asignación de riesgo para los trabajadores y mejor infraestructura.
Actualmente, existe una grave falta de dotación en el recinto; un tens debe atender hasta 20 pacientes en su turno, poniendo en riego tanto su integridad, a la vez que difícilmente puede brindar toda la atención que los pacientes requieren, sobre todo, debido a las características de los mismos.
El Hospital Dr. Horwitz Barak cuenta hoy con a penas 229 camas, para atender pacientes con distintos trastornos mentales, llegados desde todos los rincones del país. El cupo se distribuye en 32 camas para pacientes de corta estadía, 100 camas forenses y cupos destinados a enfermos crónicos, prontos a cerrarse, por ajustes en la nueva Ley de Salud Mental. Claramente, el recinto se encuentra colapsado en todo ámbito.
«Nuestra organización siempre velará por el respeto a los pacientes, porque son nuestra primera razón de ser, pero eso no puede traducirse en que los trabajadores tengan que arriesgar su integridad y su vida, debido a las precarias condiciones de seguridad de su lugar de trabajo. Los trabajadores tenemos derecho a ejercer en lugares libres de violencia», señaló Karen Palma, presidenta de Fenats Nacional.
«Resulta inconcebible que tengamos funcionarias y funcionarios que naturalicen la violencia. Que se vuelva natural recibir golpes de los pacientes», agregó.
Por su parte, el Ministerio de Salud se comprometió a instalar una mesa de trabajo con los funcionarios del establecimiento y representantes de Fenats Nacional. Cristian Gutiérrez, encargado de Relaciones Laborales del Minsal, se comprometió también a realizar una visita en terreno y buscar pronta solución a los asuntos más graves.
La falta de seguridad en los establecimientos de salud se ha vuelto un grave problema; las agresiones físicas y verbales se han ido naturalizando. Hasta balaceras y asesinatos se han suscitado en estos lugares. Los trabajadores de la salud exigen mayor atención de las autoridades, para resolver este tema a la brevedad.