El Estado es una cáscara sin contenido, tiene estructuras vacías que no funcionan, afirmó José Muñoz, Presidente Corporación de Irradiados de Chile, al referirse a que el Estado no cuenta con una institucionalidad capaz de dar cobertura a la población, en varios aspectos y específicamente en el radioactivo.
Estas declaraciones las hizo a Resumen, haciendo un llamado de atención luego que Piñera haya anunciado el comienzo de investigaciones para desarrollar tecnología nuclear para producir energía.
Muñoz plantea que el Gobierno intenta iniciar proyectos de este tipo sin preocuparse por la existencia de organismos que protejan a la población y, en particular, a los trabajadores. Esto ha quedado demostrado -dice Muñoz- en el comportamiento que ha tenido el Estado ante el accidente radioactivo, ocurrido el 15 de diciembre de 2005, en las faenas de construcción de la Celulosa Itata (Arauco), a cargo de la empresa contratista Echeverria Izquierdo.
En ese momento, se extravió una cápsula de Iridio 192 (elemento radioactivo), ocupado para una inspección radiográfica del estado de las soldaduras de cañerías en el Area de Evaporadores de la celulosa.
Horas más tarde el trabajador Miguel Fuentes Oyarce, encontró esta cápsula y, llamándole la atención, la guardó en el bolsillo trasero izquierdo de su pantalón. Todo el tiempo que la cápsula estuvo botada y el tiempo en que Miguel la anduvo transportando en su pantalón es cuando esta irradió a todos los trabajadores que estuvieron cerca de ella. En total son 160 trabajadores que se declaran irradiados por este accidente.
Hoy Miguel Fuentes no ha recibido los pasajes para continuar su tratamiento en Francia, ni de Arauco ni del Estado. Otro trabajador irradiado, Francisco Rojas sufre fuertes dolores y ya ha perdido dos huesos de uno de sus pies, sin que la empresa ni el Estado les provea de asistencia satisfactoria para él y su familia.
Muñoz, plantea que más que cubrir necesidades y responsabilizarse por estas situaciones, el Gobierno ha optado por implementar medidas para «blanquear su imagen», muestra de ello -plantea el vocero- es que luego de el accidente de los mineros en la Mina San José, que puso en cuestión toda la institucionalidad que debería prevenir estos hechos, la SEREMI de Salud de la Octava Región, multó a Echevarría Izquierdo con la suma de 11 millones de pesos, por su responsabilidad en el accidente radioactivo del 2005.
Muñoz plantea que esta multa, intenta hacer creer que «las instituciones funcionan», pero en realidad es una burla y que la única forma de explicar como se permite esta situación es recordando que uno de los dueños de la constructora Echevarría Izquierdo es el Intendente de Santiago, Fernando Echeverría.
Los Irradiados, además, enfatizan que el apuro con que el Gobierno intenta desarrollar centrales eléctricas con generación nuclear, se debe a que son los proyectos mineros del norte que necesitan electricidad y también es para abastecer su consumo que se planean construir 23 termoeléctricas y 56 Centrales Hidroeléctricas para el periodo 2010-2014. «Es una mentira lo que dicen que necesitamos energía para prender ampolletas, la verdad es que es para las mineras», afirma Muñoz.
En su comunicado, concluyen que el «Gobierno de Chile, mientras no solucione estos temas de la salud y seguridad laboral en materia de energía nuclear, no puede siquiera sentarse a discutir sobre la posibilidad de centrales nucleares en el territorio nacional».
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A continuación Resumen Publica el Comunicado Oficial de los Trabajadores.
Comunicado de Prensa
Concepción 21 de Enero 2011
Respecto de la información del día 21 de Enero aparecida en el diario La Tercera en relación a la construcción de una Planta Nuclear, es decir, una central nuclear en el norte de Chile, específicamente en las cercanías de Iquique. Los trabajadores que fuimos víctimas de un accidente radiactivo en la construcción de la planta Nueva Aldea perteneciente Célula Arauco complejo Celco ubicada en Itata queremos declaran lo siguiente:
En este país existen 2 episodios debidamente certificados como accidentes nucleares: el que afectó a los Conscriptos del Ejercito en la planta ubicada en la comuna de la Reina y el nuestro ocurrido en el año 2005, donde trabajadores pertenecientes a la empresa Echeverría Izquierdo sufrimos contaminación por Iridio 192, lo cual ha sido debidamente acreditado por la Comisión Chilena de Energía Nuclear, por la Corte de Apelaciones de Santiago y la de Concepción.
Nos parece un agravio que el gobierno analice abiertamente la posibilidad de instalar una planta nuclear, le encomiende su estudio al Ministro Golborne y programe un viaje a Francia para ver las opciones de dicha instalación. Lo anterior, es preocupante pues en Chile los trabajadores sufren las consecuencias por la falta de una legislación en torno al uso de esta tecnología. Y los trabajadores accidentados somos el más claro ejemplo de la no preocupación y la falta de asistencia de parte del Estado, esta ausencia de las autoridades la vivimos día a día, cuando ni siquiera se percibe una preocupación por consultarnos cuál es nuestro estado de salud y además somos testigos de cómo han empezado a surgir las llamadas listas negras que no son otra cosa que un claro amedrentamiento para quienes se atreven a realizar las denuncias. Esta sensación de abandono por parte del Estado, comienza a tomar su rostro más doloroso, pues hoy tenemos compañeros con tumores y canceres a la tiroides, mientras otro se debate entre la amputación de una pierna por su avanzada metástasis, y otros que no pueden engendrar hijos por miedo a malformaciones fetales. Y el agravio mayor, es que todos están sin cobertura médica por no ser reconocidos como accidentados de trabajo ni enfermedades profesionales.
Lo paradójico de esta situación es ver la celeridad del Estado en invertir en estudios que muestren la viabilidad de estos proyectos, y esa preocupación por el trabajo bien hecho, trabajo que ira directamente en beneficio de los grandes consorcios mineros, dejando de lado la protección y preocupación por los trabajadores que actualmente sufren las consecuencias de un trabajo mal hecho. Además, vemos como día a día se niega la gravedad de los accidentes ocurridos y al hacerlo se nos niega y se oculta como sujetos sin derechos, pues se nos pone en tierra de nadie, donde parece ser que nadie tiene responsabilidades.
Por lo anterior, hoy anunciamos que presentaremos una demanda civil contra el Estado de Chile por accidente nuclear, debido a su responsabilidad objetiva. Recordemos que hemos invertido tiempo y recursos en llegar a esta conclusión que concretaremos durante el mes de Enero. De la misma forma, demandaremos civilmente a todos los responsables del accidente, en el entendido que esta acción prescribe en 10 años y no en 4 años como muchos han dicho, ya que se trata de una ley especial.
Finalmente, queremos señalar con absoluta convicción que El Gobierno de Chile mientras no solucione estos temas de la salud y seguridad laboral en materia de energía nuclear, no puede siquiera sentarse a discutir sobre la posibilidad de centrales nucleares en el territorio nacional.
José Muñoz Ortiz
Presidente Corporación de Irradiados de Chile