Algunos tienen una antigüedad de más de 30 años y cuando reclamaron han tenido que sufrir el acoso y la cesantía de parte de una empresa del Estado de Chile.
En marzo del 2006, trabajadores contratistas de ENAP pidieron una fiscalización a la Inspección del Trabajo de su situación laboral. Se constató que ellos tenían una relación de subordinación directa hacia ENAP, por lo tanto pertenecían a la empresa. También constató que las empresas que les pagaban eran palos blancos de ENAP.
Nueve trabajadores se atrevieron a demandar para que los incorporasen a ENAP, pero en total son unos 500 que podrían comprobar que son enapinos. Hay trabajadores que pasaron por más de 30 años en esta situación y que ahora comienzan a reclamar las garantías que les debe la empresa.