El avance ruso sobre la ciudad de Bakhmut y la batalla de Soledar en Donetsk, han puesto contra las cuerdas al ejército ucraniano, armado y financiado por Estados Unidos junto a sus socios de la OTAN, abriendo con ello las puertas a una gran ofensiva de invierno de las tropas del Kremlin en el este de Ucrania.

Por: Joaquín Pérez

Hace solo unas semanas, un repliegue táctico de tropas rusas en la región de Jerson, noreste de Ucrania, era difundido por los medios occidentales como la bancarrota del ejército ruso. Cada insignificante acción militar ucraniana era cacareada por los medios occidentales, como otra gran victoria del régimen de Kiev, mostrando al ejército ruso como desgastado y al borde de la derrota. Hoy tras estas importantes victorias rusas, que avizoran una ofensiva a gran escala, los medios occidentales guardan silencio. La victoria rusa en la guerra de Ucrania abrirá sin duda un nuevo escenario a escala global.

A fines de diciembre llegó el invierno al hemisferio norte y el ejército ruso preparó las condiciones para retomar la iniciativa en la guerra de Ucrania. Rusia siempre ha sacado ventaja del invierno en las guerras, de eso supieron ejércitos como el de Napoleón y el de Hitler. Precisamente, fue enero de 1944 que la Unión Soviética lanzó la ofensiva de Leningrado, batalla decisiva de la Segunda Guerra Mundial que terminó con el sitio que la Alemania nazi hacía a la segunda mayor ciudad de Rusia y que se prolongaba desde septiembre de 1941. La ofensiva, iniciada el 26 de enero del 44 y que terminó el 1 de marzo con la liberación total de la región de Leningrado, fue el inicio de un repliegue de las tropas alemanas que no terminaría hasta la entrada triunfante del ejército rojo en Berlín el 5 de mayo de 1945.

Hoy la batalla de Soledar se ha convertido en uno de los episodios más sangrientos de toda la guerra de Ucrania, caracterizada por despiadados ataques contra civiles y crímenes de guerra perpetrados por Ucrania y por Rusia.

En Soledar, con muchísimas muertes en ambos bandos, jóvenes masacrados por avanzar o defender cada metro, en un punto estratégico que puede decidir el destino de esta guerra. Según fuentes informativas, hoy solo quedaría un reducto en manos de Ucrania, en una mina de sal de las inmediaciones de la ciudad. Soledar debería caer por completo en cuestión de horas o días en manos rusas. De hecho las autoridades de la República de Donetsk en su cuenta de telegram, ya anunciaron el control total de la ciudad, y al cierre de esta nota se estaba a espera de la confirmación del estado mayor ruso.

A solo 15 kilómetros de Soledar está Bakhmut, un nudo ferroviario y de comunicaciones terrestres, cuya captura en manos rusas podría dejar sin suministros a muchas unidades ucranianas. La toma de Bakhmut puede significar la liberación completa del llamado Donbás (provincias pro rusas del este de Ucrania).

Tras la caída de Bakhmut, las victorias rusas podrían aumentar, tirando por tierra toda la propaganda de Washington y la OTAN, respecto a que las tropas rusas estarían desmoralizadas, con pocos suministros, y con deserciones masivas.

Algunos países europeos han anunciado el envío masivo de tanques Leopard para intentar contener la gran ofensiva rusa que se avecina o que incluso ya podría estar en marcha. Pero el envío de tanques Leopard de parte de países europeos a Ucrania, depende de la autorización de Alemania (su fabricante).

Hasta el momento Berlín se había opuesto a autorizar dichos envíos, para no escalar aún más su conflicto con Moscú, sin embargo la sustitución el martes pasado de la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, por Boris Pistorius, abrió la puerta a estos envíos.

Por su parte, EE.UU. desestimó el envío de tanques Abrams aduciendo su complejo mantenimiento y anunció la posibilidad de enviar misiles de largo alcance al ejército ucraniano. Ahora que la línea del frente retrocederá significativamente, dichos misiles permitirán a los ucranianos alcanzar objetivos directos en territorio ruso, lo que recrudecería el conflicto.

Fotografía extraída de https://www.aljazeera.com/