Los trabajadores subcontratados de Enel debieron permanecer doce días movilizados y con los accesos cortados del complejo Bocamina en Coronel, para finalmente ser atendidos por la empresa, que a través de sus directivos, se comprometió a realizarles de exámenes médicos y propiciar una reubicación laboral ante el cierre de la termoeléctrica.
Por Juan Contreras Jara
Este domingo, los setenta trabajadores que mantenían tomados los accesos a Bocamina en Coronel, depusieron su movilización tras llegar a acuerdos con Enel y el Gobierno, asegurándo así la creación de una mesa de trabajo en la que se agendará entre otros, la fecha para la realización de sus exámenes médicos.
Sumado a esto y tras casi dos semanas de protestas y presión, consiguieron que Enel colabore con la conversión laboral y reubicación de los cientos de trabajadores que iban a quedar literalmente en el aire con el cierre programado de la central Bocamina II en Coronel, asegurando así una posibilidad de trabajo y sustento para sus familias a futuro.
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Tras la movilización de los trabajadores, que terminó por doblegar la intransigencia de Enel, el vocero Sergio Henríquez, detalló que podrán acceder a dos exámenes médicos, uno de tórax y otro que analizará la posible presencia de metales pesados en su organismo.
En el aspecto laboral, Henríquez adelantó que, «se consiguió reubicación y reconversión laboral, además de calificación y cursos laborales y de capacitación, a través del Estado».
Todos los puntos acordados se trabajarán en una mesa de diálogo entre Enel, los trabajadores y la seremi de Trabajo del Biobío, que se debe conformar en los próximos 15 días.
En cuanto a la indemnización de los trabajadores subcontratados de Enel, que serían desvinculados tras el cierre de Bocamina II, que se pronostica se ejecute en septiembre próximo, se consiguió el pago de 2 millones de pesos para cada uno, monto que correrá por cuenta de las empresas contratistas al interior de la termoeléctrica.
Sobre los acuerdos obtenidos con Enel y el Gobierno, el vocero enfatizó en que «la unión de trabajadores fue sumamente importante. La gente estuvo aferrada a la movilización, porque ellos estaban conscientes de que sin una fuerza común, no íbamos a lograr nada. Las fuerzas nunca decayeron y se luchó hasta el final, hasta que la gente dijo que estaban conformes».
Si bien los trabajadores subcontratados de Enel entregaron los accesos a Bocamina en Coronel, hicieron hincapié en que este es solo el primer paso de las negociaciones y que continuarán presionando a la empresa y al Gobierno, a través de la seremi del Trabajo, a cumplir con lo pactado y avanzar en el acceso transversal a estas mejoras.