En el marco de la campaña "No a la Central Rucalhue" y en el Día Mundial del Agua, este fin de semana se desarrolló una travesía en balsas y kayaks para visibilizar la lucha en contra de la construcción de una cuarta central hidroeléctrica en el río Biobío. La actividad, denominada "Fluyamos como el Río Biobío", fue convocada por comunidades mapuche, organizaciones ambientales y habitantes de Alto Biobío, Santa Bárbara y Quilaco, con el objetivo de fortalecer la defensa del territorio y generar conciencia sobre el impacto del proyecto en el ecosistema y en las comunidades locales.
La travesía comenzó en el sector La Peña y se extendió por 17 kilómetros, en un recorrido que duró aproximadamente cuatro horas. Durante el descenso, las y los participantes pudieron observar la pérdida de bosque nativo y las alteraciones en el paisaje, efectos directos de la deforestación provocada por los proyectos hidroeléctricos.
Además, se realizaron espacios de reflexión en los que se debatió sobre las consecuencias de la instalación de una nueva represa en la cuenca del Biobío, un río que ya ha sido intervenido por las centrales Ralco, Pangue y Angostura en las últimas tres décadas.
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En ese sentido, Alvaro, miembro de la escuela ambiental y deportiva Kayakimün, expresó: «Desde la organización estamos muy agradecidos por la gran convocatoria de esta actividad, la cual fue motivada por el sentimiento de oposición a la central Rucalhue y creemos firmemente que, aunque el proyecto esté en ejecución, aún podemos manifestar nuestro descontento, alzar la voz y resistir iniciativas que destruyen nuestro territorio.»
El evento contó con el apoyo de equipos de rafting, que facilitaron balsas y guías especializados para garantizar la seguridad de los asistentes. También participaron niños y niñas de la escuela Kayak Kimün, quienes acompañaron la travesía y brindaron apoyo logístico para que las personas pudieran disfrutar del recorrido.
Carlos Aguayo, asistente a la actividad, comentó: «Esta fue una hermosa iniciativa que me permitió sentir y vivir el río, un ecosistema que nuevamente está en peligro. Ver a tantas personas reunidas es inspirador y nos motiva a seguir apoyando y conectándonos con este entorno, que muchas veces tenemos tan cerca, pero olvidamos apreciar verdaderamente.»
José Vejar, otro de los asistentes, compartió su experiencia: «Me siento feliz y agradecido de estar en un entorno natural donde podemos reunirnos para manifestar nuestro rechazo a las intervenciones que amenazan este espacio. Creo que lo que nos une aquí es el deseo de conectarnos con la naturaleza y resistir proyectos que buscan transformar este ecosistema.»
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La campaña "No a la Central Rucalhue" busca detener la construcción de esta hidroeléctrica que profundizaría el daño social y ecológico en la cuenca del Biobío. El proyecto contempla la relocalización de cuatro comunidades mapuche, las mismas que fueron desplazadas hace décadas por la central Ralco.
Además de ser un ecosistema clave por su biodiversidad y la presencia de peces nativos, el Biobío es un elemento central en la cosmovisión mapuche, lo que hace aún más urgente la defensa de su territorio.
Al concluir la actividad, Hernán García, miembro de la ONG Bestias del Sur Salvaje, destacó la importancia del evento: «Este tipo de actividades son fundamentales como herramienta de activismo. En este caso fue el rafting y el kayak permitieron vincular a las personas con el territorio y generar conciencia sobre su protección.»
Con iniciativas como esta travesía, las comunidades y organizaciones siguen fortaleciendo la resistencia y el llamado a detener la intervención del Biobío, un río que sigue siendo símbolo de lucha y vida.