Utilizando como prueba un video obtenido de un grupo de WhatsApp de carabineros que actuaban de manera ilegal como «agentes infiltrados», sin ninguna orden fiscal para su efecto, este mediodía el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago condenó al estudiante secundario Ibrahim Acevedo por uno de los tres cargos que Fiscalía mantenía en su contra, el haber lanzado supuestamente una molotov, pese a que los peritajes no encontraron rastros de hidrocarburos en su cuerpo o ropa.
Por Juan Contreras Jara
La lectura de la sentencia se realizará el próximo sábado y podría llegar a los cinco años de presidio. Desde la defensa de Acevedo expresaron que esperarán a esta instancia para apelar a la sentencia.
Sobre la condena, Manuela Royo, abogada defensora de Acevedo comentó que "durante todo el juicio nosotros estuvimos apelando a la absolución en base a la ilegalidad de la prueba, a la infracción de garantías, a la vulneración de derechos y contradicción de ésta. Si bien no era lo que queríamos, tomamos este resultado con calma, toda vez que se redujeron 13 años de lo que se le estaba pidiendo".
Las pruebas condenatorias contra un estudiante secundario sin antecedentes penales
Pese a que las grabaciones presentadas como pruebas en contra de Ibrahim Acevedo no son el resultado de ninguna orden judicial o investigación fiscal, se utilizaron para mantenerlo en prisión preventiva por un año y un mes, a pesar de no contar con antecedentes previos, ni presentar nuevas pruebas durante todo este tiempo, los tribunales le negaron el cambio de medida cautelar en reiteradas oportunidades.
Hoy el Tribunal Oral en lo Penal de Santiago lo condenó utilizando como única fuente probatoria a Carabineros de Chile, institución investigada por violar los DDHH de manera sistemática durante el Estallido Social, manipular pruebas en investigaciones en su contra, mutilar los ojos de casi quinientas personas, entre otros.
En esta línea la abogada Royo fustigó que "sólo son declaraciones de Carabineros. Es el carabinero que supuestamente lo grabó, quien mandó los WhatsApp, quien construyó la prueba, más dos carabineros, son los únicos que lo están acusando. No hay más prueba, es lo único".
Consultada por los peritajes químicos realizados al joven secundario Manuela Royo recalcó en que "no hay pruebas científicas de peso que lo vinculen con los hechos", es decir, no se le encontró ningún rastro de hidrocarburos en su cuerpo o ropa tras las pruebas.