Miriam Azócar, diagnosticada con lupus en 2000, fue absuelta de los cargos por cultivo de cannabis tras justificar el uso medicinal de la planta para tratar su enfermedad. La denuncia fue realizada por vecinos debido al olor de las plantas.

Por Valentina Subiabre

Miriam Azócar, residente de Chillán y paciente de lupus eritematoso sistémico (LES), fue absuelta por el Juzgado de Chillán tras ser acusada de cultivo de cannabis y falsificación de recetas médicas. A pesar de tener la documentación médica correspondiente que justificaba su tratamiento con cannabis, su hogar fue allanado tras denuncias de vecinos.

Ya en 2007 se empezaron a notar los efectos de la propia enfermedad y es así como Miriam comenzó a investigar medicinas no convencionales, ya que, las que se usan normalmente traen consigo efectos secundarios si son usados por largo tiempo.

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De esta manera conoció la cannabis medicinal y en consecuencia, también a Fundación Daya. Desde 2017, el tratamiento de cabecera principal de Azócar es el consumo de cannabis en los formatos indicados (aceite de cannabis) por su médico, quien además es parte de esta misma fundación.

En el mercado, el costo para acceder este aceite bordea los 90 mil pesos mensuales, monto que ni Miriam ni su familia pueden permitirse. Es por esto que optó por cultivar su propia medicina.

Según la ley 20.000, artículo 4, todo cultivo de cannabis sativa "será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de diez a cuarenta unidades tributarias mensuales, a menos que justifique que están destinadas a la atención de un tratamiento médico o a su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo".

Este era el caso de la chillaneja, quien a pesar de tener todos sus documentos y recetas medicas al día, sufrió el allanamiento de su casa.

Miriam fue acusada por los delitos de cultivo de estupefacientes y falsificación de recetas, pero finalmente el Juzgado de Garantía de Chillán la absolvió de los cargos.