Luego de la cuestionada decisión del día lunes de dejar sin medidas cautelares a los funcionarios de la Armada imputados por el asesinato del comunero mapuche Yordan Llempi el pasado lunes, el día de hoy la Corte de Apelaciones revirtió la medida y, pese que Fiscalía y querellantes pedían prisión preventiva, estableció el arresto domiciliario total para ambos uniformados mientras dure la investigación.
Por Alejandro Baeza
Corte de Apelaciones de Concepción decretó esta tarde el arresto domiciliario total para el cabo primero Ricardo Seguel y el teniente segundo Luis Videla, funcionarios la Armada imputados por el homicidio del comunero mapuche Yordan Llempi, ocurrida en noviembre de 2021 en Huentelolén, esto en el marco de una acción represiva de uniformados en el contexto del estado de excepción.
Esta medida fue adoptada por el tribunal luego de un alegato interpuesto por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) que pidió revocar la libertad que el Juzgado de Cañete había otorgado a ambos uniformados.
Cabe precisar que tanto el Ministerio Público como los abogados representantes de la parte querellante habían solicitado la medida cautelar de prisión preventiva por el peligro que ambos representan para la sociedad. No obstante, el juez Cristián Rosenberg desestimó la solicitud indicando que «no se considera que la privación de libertad de Seguel sea necesaria para el éxito de la investigación en términos precisos. Por cuanto dicha causal requiere expresamente que se invoquen diligencias precisas de investigación que eventualmente pudiera entorpecer lo que no se ha fundamentado, considerando además que ya han transcurrido siete meses de exhaustiva investigación».
Asimismo, hay que recordar que la semana pasada -y un acto de desacato a la autoridad que debería costarle el puesto- el contralmirante Parga protagonizó un episodio de obstrucción a la justicia al evitar por más de 24 horas la detención de los dos funcionarios.
Por otra parte, se dieron a conocer extractos de las transcripciones de los audios de los uniformados el día del crimen en los que el oficial Luis Videla señala a sus subalternos con epítetos que van desde, «indios culiaos» y «me importa un pico si una mujer se va a morir y hayan mujeres al otro lado», hasta «dispárale al paradero que es de cemento, dispárale conchasumadre».
Yordan Llempi fue alcanzado por una ráfaga disparada por infantes de marina mientras se encontraba en el patio de su casa en Huentelolén, comuna de Cañete, falleciendo minutos más tarde en el Cesfam de Tirúa. Los agentes de Estado arremetieron contra una caravana de vehículos que transitaba por dicha localidad, hiriendo de muerte al joven en el propio patio de su casa.