Fueron seis días de constante protesta, de marchas y actividades a las afueras del establecimiento, las acciones que le permitieron al sindicato del colegio Etchegoyen de Talcahuano, finiquitar su huelga con importantes mejoras para las y los trabajadores. Destacan la universalidad de los beneficios para docentes, asistentes de la educación y educadoras diferenciales, por igual, la mejora en las bonificaciones, en las herramientas digitales utilizadas por el profesorado y una reajustabilidad salarial.

Por Juan Contreras Jara

Este miércoles, finalmente, las y los trabajadores del colegio Etchegoyen de Talcahuano, alcanzaron mejoras salariales y de extensión de derechos sindicales, tras seis días de huelga.

Tras deponer su huelga, la presidenta del sindicato, Celeste Zarate, comentó a RESUMEN que una de las exigencias ganadas fue, «la universalidad de los beneficios, que era uno de los puntos fuertes de esta negociación, que todos los socios del sindicato pudieran obtener los beneficios pactados por contrato colectivo».

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Además, tras su movilización, el sindicato obtuvo un reajuste salarial y la mejora e implementación de herramientas digitales solicitadas por los y las profesoras, como computadores, proyectores, entre otros.

Recordemos que el pasado jueves, integrantes del sindicato del colegio Etchegoyen de Talcahuano, hicieron efectiva su huelga con protestas a las afueras del establecimiento, marcando la pauta de lo que serían los próximos días de movilización, siempre en la calle. 

Otro avance, tras la huelga, tiene que ver con la mejora en las bonificaciones de las y los trabajadores, entre las que destacan bonos de movilización, de asignación de responsabilidad (profesores Jefes), complemento a la renta de asistentes de la educación, entre otros.

Sobre las exigencias obtenidas tras la huelga, la dirigenta sindical hizo hincapié en la importancia que tuvo, para la mejora de sus condiciones laborales, la movilización constante de las y los integrantes del sindicato.

En esta línea, expresó que las marchas y protestas a las afueras del establecimiento porteño, permitieron, «la difusión de esta huelga, para poder conseguir los beneficios que obtuvimos».

«La unidad como sindicato, el apoyo de los demás miembros de la comunidad, de los apoderados que nos llevaron desayuno, de los estudiantes que estuvieron con nosotros, fue lo más importante. La unidad como sindicato y como comunidad nos deja tremendamente orgullosos», concluyó la presidenta del sindicato del colegio Etchegoyen, Celeste Zarate.