Alejandro Baeza / resumen.cl
Este sábado 7 de enero fue el último show en vivo sobre un escenario del músico nacional Jorge González. La presentación que estuvo acompañada los mismos músicos que vienen siendo su banda de soporte desde hace ya un tiempo, estuvo cargada de emotividad y gestos. Un retiro de los escenarios adelantado a causa de motivos médicos, de uno de los músicos y compositores más importantes de nuestra historia.
El espacio de esta presentación fue en la noche de esta franquicia llamada "cumbre del rock chileno", con una lista de temas ya de por sí especial, no sobrecargada de hits calados, seguros, que harían volver loco al público, un retiro auto-complaciente con sus grandes éxitos que fácilmente podrían transformarlo en un show exitoso seguro, sino que solamente tocó 3 canciones de Los Prisioneros y en gran medida mostró canciones para la mayoría desconocidas, de sus últimos discos y de periodos más experimentales como la "Cumbia triste", de aquel proyecto de 1997 llamado "Gonzalo Martínez y sus congas pensantes".
Sin caer en los lugares comunes de alagar un ídolo, es imposible no sentir admiración por alguien que logró transformarse en un ícono de la cultura popular, a pesar de haberse convertido en un enemigo del periodismo obtuso de muchos de los grandes medios que intentaron crearle la imagen de una especie ogro del resentimiento. Aun así, Jorge González es compositor de canciones que se arraigaron en el pueblo chileno y buena parte del latinoamericano, tanto que pueden ser coreadas sin mayor esfuerzo hasta por sus autoproclamados y unilaterales detractores.
En el espectáculo tal, con mucho esfuerzo e incluso apenas cantando en algunos momentos, con ayuda para ponerse en pie y caminar, la esencia de Jorge se vio nuevamente cuando el Ministro Presidente del Consejo de Cultura y las Artes, Ernesto Ottone, irrumpe en el escenario de los músicos para entregar un reconocimiento del Estado -de la institucionalidad- a su carrera, e intentó quedarse un rato pese a no recibir respuesta del homenajeado, de hecho, su único comentario después del show del premio fue anunciar la siguiente canción "Tren al sur" y prender al público presente y alegrar a quienes vimos la transmisión por streaming (que además fue interrumpida por una suerte de conductor hablando cuando la canción ya había empezado). A pesar de todo esto, y de su extraña y enredada salida del escenario en una ocasión tan emotivo, fue un momento histórico, el retiro de los escenarios (mas no de la composición ni los instrumentos), de uno de los hijos de la música más grandes de esta tierra, que como se dijo en el mismo show, ya está en camino a ocupar el mismo lugar que Violeta Parra o Víctor Jara en la música chilena.