El Gobierno de Venezuela ocupó este viernes la filial de la estadounidense Clorox, después de que la empresa anunciara su salida del país y la venta de sus activos.

La empresa norteamericana, que procedió a un inusual despido telefónico masivo de sus trabajadores, informó el pasado lunes de su salida de Venezuela, alegando pérdidas.

Al respecto, el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza, manifestó que el Ejecutivo ocupa temporalmente estas plantas con los trabajadores que respaldaron la decisión gubernamental.

"Nosotros seguiremos adelante, acompañando a los trabajadores y garantizando la producción en Venezuela. Vamos a hacer un plan de reactivación de la planta", aseguró Arreaza.

El vicepresidente venezolano estuvo acompañado por una decena de trabajadores, que pronunciaban la consigna "Chávez vive, la lucha sigue". Además, se leía en las pancartas pegadas en la fábrica, "No al cierre ilegal. Queremos trabajar".

Clorox, fabricante de productos de limpieza, que inició sus operaciones en Venezuela en 1990, no ha reaccionado a esta reciente decisión que acaba de tomar el Gobierno venezolano.

En Venezuela, la ley contempla que se establece una instancia de negociación entre los trabajadores y el empleador supervisada por el Estado cuando está en riesgo la estabilidad laboral. En estos casos, ordena también la inamovilidad laboral durante el proceso.

Asimismo, da luz verde a la ocupación temporal cuando una empresa sea "cerrada ilegalmente o abandonada".

HispanTV