[resumen.cl] Gicelle Lepillan y Katherine Maricura, ambas agredidas durante la marcha mapuche realizada el 20 de mayo para rechazar la pretensión del gobierno por modificar la "Ley Indígena", interpusieron una denuncia en la Fiscalía de Cañete contra Fuerzas Especiales de Carabineros por el trato denigrante y los golpes recibidos al ser detenidas sin motivación.
La protesta que reunió a unas 300 personas en el centro de Cañete y que fue convocada, además, con la intención de manifestarse en contra los proyectos internacionales TPP11 y el plan IIRSA, fue brutalmente reprimida dejando a cuatro mujeres y dos hombres detenidos no habiendo provocación alguna.
Según el relato entregado por Katherine en su denuncia, luego de ser asfixiada, «sentí un golpe en la cabeza, el cual no logro identificar de donde viene, por lo que tengo una vaga claridad de lo que viene luego, hasta que la carabinero Betancour me jala del cabello para subirme al bus con golpes y patadas».
Esta misma ve cómo suben a Gicelle, quien en su escrito cuenta los momentos previos, luego de intentar calmar a los agresores de Maricura:
«[…] el cabo 2º Araneda me toma del pecho y me golpea con la luma lanzándome al suelo, en donde continúan los golpes de distinta índole, en donde se suman otros carabineros identificados como el cabo 2º Flores y Pinilla».
Y prosigue: «Luego de esto, me toman fuertemente del cabello para lanzarme al bus donde la carabinero Vanesa Betancour me da golpes de pies, concretamente, pisotones, estando yo en el suelo sin provocación alguna».
Arriba del vehículo policial las detenidas también identifican a los denominados carabineros «Gajardo y Garrido», quienes también habrían golpeado a Gicelle. Además se encuentran con otras dos manifestantes que eran maltratadas y al intentar detener esta situación fueron amenazadas.
«Durante todo el trayecto fuimos agredidas verbalmente con frases como «animales ignorantes» y que nos gustaba ser golpeadas. En todo momento fuimos denigradas como mujer mapuche, además de observar [sus] burlas y sonrisas maliciosas«, indica el relato de Lepillan.
Luego de esto, y aunque negándoseles la posibilidad en una primera instancia al igual que el derecho a una llamada, van a constatar lesiones. Ahí el médico les suministra analgésicos vía venosa y les deja indicado otros, los cuales no fueron retirados por el personal policial.
Según contó Gicelle a Resumen, «Katherine quedó con daños en una costilla y el doctor no quiso reconocer que era una fractura pero lo que vimos y que le dijieron es eso lo que es».
Al momento de presentar la denuncia en Fiscalía aseguraron que el procedimiento sería tomado por Fiscalía Militar.