Desde este año, la población de Lirquén y Bulnes ha comenzado a organizarse y plantear su oposición a la instalación de una termoeléctrica en Bulnes. La termoeléctrica funcionará en base a gas que será transportado en estado licuado desde Texas, Estados Unidos hasta un puerto flotante frente a la playa La Cata en Lirquén, y desde dónde será canalizado por cañerías hasta Bulnes.
La empresa a cargo, Australis Power, ya bautizó este proyecto como Octopus y en su cronograma planifica el inicio de las operaciones el 2017. Sus argumentos son la vociferada necesidad energética del país y también que, al ser el gas su combustible, no contaminará con la intensidad de las centrales termoeléctricas a carbón.
Sin embargo, para los vecinos de Lirquén y Bulnes, la construcción de esta termoeléctrica y su funcionamiento no representa la necesidad energética de la población chilena ni tampoco será inocua.
No a la termoeléctrica en Bulnes. No a su gaseoducto en Lirquén
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