Durante toda la segunda vuelta, Gabriel Boric y su comando orientaron su campaña a buscar el voto del centro, incluso de los votantes de Parisi, se vio al candidato de Apruebo Dignidad ratificando afirmaciones de Ricardo Lagos, visitando la sede de la Democracia Cristiana en dos oportunidades o reuniéndose con Bachelet, la estrategia apunto a los que ya habían participado de la primera vuelta, por eso ambos comandos apostaban a la votación estrecha, al igual que los medios de comunicación y los analistas políticos.
Por Joaquín Pérez / resumen.cl
En parte, el Frente Amplio siguió la estrategia que lo ha caracterizado desde su irrupción en política, ocupar el espacio político de la Concertación y su electorado. Sin embargo, este domingo ocurrió un fenómeno electoral excepcional, que de alguna forma fue anticipado por la Moneda, que generó una estrategia para dejar sin transporte público a los sectores populares en los grandes centros urbanos.
La movilización de nuevos electores en las comunas más populares del norte minero y de la periferia de las grandes urbes: Santiago, Valparaíso y Concepción para detener el avance de una derecha pinochetista, que venía arremetiendo con agresividad contra esta nueva izquierda "ñuñoína" que se mostraba atónita y confundida.
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No obstante, este nuevo actor emergió con fuerza inusitada, en comunas como la Pintana, Boric pasó de 16 mil votos a casi 50 mil en segunda vuelta vuelta, en San Ramón de 10 mil a 30 mil, Cerro Navia de 15 mil a 42 mil votos. Este mismo fenómeno de triplicar la votación se vio en comunas periféricas del Gran Concepción como Coronel -de 8 mil votos en primera vuelta a 26 mil votos en la segunda- o en Lota -de 3 mil a 13 mil-.
Mismo fenómeno se vivió en Antofagasta (23% al 60%) o Calama (15% al 54%) en el Norte Grande, o en Copiapó (del 21% a 61%), fenómenos aún más acentuado en María Elena (14,61% al 73,93%), o Diego de Almagro (23% al 75%).
La contradicción se instala inmediatamente en el nuevo gobierno electo, ya que el voto masivo de los sectores populares, que salvó al país de un triunfo del pinochetismo, no apunta a temas valóricos o identitarios de la izquierda ñuñoina, y choca frontalmente contra lo que representa la exconcertación, a quien hoy Boric y Apruebo Dignidad muestran como aliados políticos, a los cuales se espera incluso desembarquen en el nuevo gobierno.
La prensa al servicio de los empresarios insistirá estos días en el giro al centro de Boric facilitó su elección, cuando en la realidad fue la juventud popular, la misma del estallido del 18 de octubre la que entro en escena, incluso a pesar de Boric, para derrotar al pinochetismo.
1.- Diego de Almagro 75,43%
2.- Andacollo 74,28%
3.- Freirina 74,08%
4.- Maria Elena 73,93%
5.- Chañaral 73,47%
6.- Lo Espejo 73, 11%
7.- La Pintana 72,93%
8.- Petorca 72,86%
9.- Pedro Aguirre Cerda 72,74%
10.- Huasco 72,59%
Foto: Gabriel Boric