Editorial

Comenzamos el año con la sensación de adentrarnos en una profunda selva en medio de la noche, las políticas de gobierno ya se hacen sentir en toda su crudeza. No sólo por las alzas sostenidas de alimentos, combustibles y servicios, díganle esto a los magallánicos, que dignamente se han alzado y le han dicho no a los gerentes en el gobierno; lo decimos por las sucesivas y anunciadas privatizaciones y garantías para la insaciable rapiña empresarial.

Lo anterior lo estamos temiendo ahora en el caso de las sanitarias, Essbio, ya medio privatizada por la concertación, está siendo acechada. Bajo unas confusas explicaciones de autoridades regionales y nacionales, se anuncia la enajenación definitiva de la compañía de agua potable y alcantarillado de nuestra región. Todos sabemos las alzas sostenidas e injustificadas de las boletas de agua, de los subsidios que van a enriquecer a los privados con platas estatales, todo ello para contar con un servicio deficiente, como lo demostró el terremoto, oscuro destino le espera al agua en Chile, paradójico, estando regados por ríos en todo nuestro territorio.

La ceguera neoliberal, el dogma que profesa el gobierno con respecto a ello, sólo nos hace temer que las amenazas contra el patrimonio público chileno se están materializando, ya se asoman sus sombras sobre ENAP y dentro de poco, la presa mayor: CODELCO.

Ahora nos toca a nosotros mover ficha, tal como nos lo enseña Punta Arenas, no, decir: no, que lo público, lo que es de todos, no se toca y que se deba devolver lo que se ha tomado malamente, como es el caso de las empresas privatizadas en dictadura, toca decir no, basta y comenzar a dignificarnos.

RESUMEN Por una Región Productiva, Ecológica y Solidaria