[resumen.cl] La sangrienta intervención en Yemen de las monarquías petroleras de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, tiene un saldo trágico de unos 84.701 niños y niñas muertos por inanición entre abril 2015 y octubre de 2018, según la ONU, mientras que 14 millones de yemeníes se exponen permanentemente a la hambruna y diversas enfermedades. La situación ha conmovido a amplios sectores de la población que presionaron para que países europeos suspendieran la venta de armas al régimen saudí, a excepción de la monarquía Española que ha seguido haciéndolo y, ahora, Alemania ha anunciado la venta de insumos bélicos a Emiratos Árabes Unidos.
El pasado 14 de septiembre, un ataque de drones de tecnología iraní, contra las instalaciones petroleras de Saudí-Aramco, por parte de la resistencia yemení del movimiento Ansarullah (Partidarios de Dios) elevó de un solo golpe el precio internacional del petroleo en un 10%, en momentos en que precisamente se anunciaba que las expectativas de crecimiento de la economía mundial se reducían a algo más de un 2%, la cifra más baja en una década. El impacto de este aumento del 10% del valor del petroleo y el temor a interrumpir el suministro de la principal fuente de petroleo del mundo tiene consecuencias que aún se están por dimensionar.
Sin embargo, las noticias desde la península arábica volvieron a sacudir la escena internacional a penas dos semanas más tarde. En una operación que se conoció como "Nasrallah", en honor a un fallecido líder del Hezbollah libanés (Chiita), fuerzas yemeníes de Ansarullah en la provincia saudita de Najran, asestaron un golpe estratégico al ejercito Saudí, provocando cerca de 500 bajas a las fuerzas del reino Saudita, y tomando más de 2 mil prisioneros, entre los que se encontraban saudíes, pero principalmente mercenarios de diversas nacionalidades, principalmente yemeníes y sudaneses.
Los Ansarullah o también llamados rebeldes Hutíes de Yemen incautaron varios cientos de vehículos militares y armamento, mientras otros 250 que no se pudieron llevar fueron destruidos en la acción.
El régimen saudí niega la acción, sin embargo diferentes fuentes confirman que tanto los prisioneros, como los vehículos pertenecen a la Guardia Nacional de Arabia Saudita (SANG), entrenadas y equipadas por los Estados Unidos. El canal del frente huti, al-Masirah, mostró vídeos de los blindados saudíes capturados por los rebeldes, cómo también de decenas de prisioneros.
Las acciones ocurrieron en Najran una provincia saudí fronteriza con Yemen, de mayoría chiita, abandonada y reprimida por el wahabismo, rama del islam, oficial en el reino saudí. En la provincia de Najran hay mucha simpatía por la causa de los Hutíes de Yemen, chiitas al igual que ellos.
Emiratos Arabes Unidos anunció su retirada del conflicto Yemen, dejando solo a Arabia Saudita, la cual ha entrado en conflicto con Irán, a raíz del bloqueo que Estados Unidos pretende establecer contra la república persa y para lo cual cuenta como único aliado en la región la monarquía saudita.
Desde el año 2015 se libra una guerra civil en Yemen, entre los chiitas junto a los sectores pobres del sunismo contra el entonces presidente Abd Rabbu Mansour Hadi, apoyado por la monarquía de Arabia Saudita. Los chiitas tienen entre sus principales facciones a los rebeldes Hutíes, acusados de recibir ayuda de Irán.