[resumen.cl] Pescadores artesanales de Arica rechazaron la medida de la Subsecretaría de Pesca de permitir la captura de sardina española y anchoveta por la flota industrial en el área dispuesta para ellos y denunciaron el engaño que representa la supuesta reducción en un 35% del área de intervención de la pesca industrial correspondiente a la región de Arica y Parinacota.
La llamada "Ley Corta de Pesca", aprobada el año 2001, estableció las cinco primeras millas del mar territorial para el uso de pescadores artesanales, mientras que las 195 restantes, las dejó para el aprovechamiento de la pesca industrial. A pesar de ello, las 195 millas no han sido suficientes para el empresariado industrial que, a través de diversas componendas con la clase política se las ha arreglado para obtener zonas «de perforación» a las escasas millas reservadas para la pesca artesanal.
Así es como la actual Ley de Pesca, promulgada el año 2012, mantuvo la disposición de permitir a la flota pesquera industrial capturar en las cinco primeras millas de la costa del norte del país, beneficiando a empresas como CORPESCA, de propiedad de la familia Angelini y de la cual se ha podido establecer una serie de prácticas orientadas a sobornar a congresistas con el propósito de conseguir una normativa conveniente a sus intereses.
Hace unos días, la Subsecretaría de Pesca emitió una resolución autorizando la actividad extractiva de la industria pesquera en las regiones de Arica y Parinacota; y Tarapacá, hasta el 31 de diciembre de 2019. Posteriormente, la misma institución publicó una noticia donde afirma que esta medida contiene una reducción de la perforación en la zona de pesca artesanal de la región de Arica y Parinacota en un 35%, añadiendo que "la zona liberada se concentra en el límite norte del país hasta aproximadamente el sector de Punta Paloma, lugar identificado como recurrente para actividades extractivas de la pesca artesanal".
Ante esta situación, los pescadores de Arica emitieron una declaración donde niegan que esta medida represente "un avance para la pesca artesanal", pues, en realidad, es similar a las "cachetadas de [un] payaso", por su falsedad. Explican que en las zonas donde la industria podrá capturar sardina española y anchoveta, son lugares donde deben competir con barcos de una capacidad extractiva mucho mayor, haciéndoles más difícil su labor y profundizando la sobreexplotación de estas poblaciones de peces.
También desmienten la supuesta representatividad de este acuerdo, pues "de los 18 integrantes del dicho organismo, solo tres corresponden al sector artesanal, y solo dos de ellos corresponden a la pesca artesanal propiamente tal, y el representante de la pesca artesanal que votó a favor del acuerdo para la perforación, fue expulsado del Sindicato de Pescadores al que pertenecía, en razón de su proceder".
Finalmente, califican esta decisión como "altamente perjudicial" para la pesca artesanal del norte del país.