¿Qué ocurre después de un gran incendio forestal, cuando ya no queda otro testimonio que siga en la escala sobrecogedora y los medios de comunicación orientan su atención hacia otros hechos? ¿Qué sucede con estas mujeres y hombres que fueron consultados siempre en su condición de víctimas, pero nunca como ciudadanas?: «¿qué le pasó?», «¿qué perdió?'», «¿… su casa, animales?», ¿qué necesita?». Excluyendo de la "agenda" el impacto del uso intensivo del suelo con plantaciones forestales forestales, la escasa disponibilidad de agua de los lugares siniestrados, la responsabilidad política de quienes ignoraron informes que previeron el desastre.
Aniceto Hevia
Se están quemando los cerros, nos induce a detener nuestra atención en una vecina de la comuna Santa Juana, que podría ser de cualquier otro lugar de la zona centro sur de nuestro país, ante un incendio pasado o que está por suceder. Ella lo perdió todo y en un soliloquio nos comparte sus recuerdos y sus reflexiones que no pueden otra cosa que diatribas contra un orden erigido sobre su pobreza.
Compañía La Fanfarrona Teatro (@lafanfarronateatro), nos regala esta pieza unipersonal que incorpora diversos recursos sonoros, lumínicos y danzarios, con un texto abierto a la interacción con el público. La obra abre el marco interpretativo de la situación de personas damnificadas por los grandes incendios forestales, adentrándonos no solo en la situación material que les aflige, sino que también en su dimensión subjetiva e íntima, como lo expresa este extracto del texto:
«Me gustaría decirle que me asusté y salí corriendo muy lejos, pero no, no lo hice, solo corrí un poco, para salvarme, yo me quedé ahí, suspendida, intentado entender qué era lo que estaba pasando, hasta que pensé en mi árbol, no me importan los miles pinos a mi alrededor, los aborrecí, yo solo corrí a proteger mi árbol, lo bañe en agua helada, no mojé mi casa, a esa ni la miré, me quedé con lo mío, con mi recuerdo, con mi níspero, ¿Sabía lo que significa el níspero para mí? yo creo que no sabe, porque si no, no me estaría hablando de mi casa. Me permite decirle algo, tengo pena, pero no esa pena de llanto, tengo esa pena que no sale, que se queda cargada, inundando mi represa, tengo ese llanto que más adelante se transformará en miedo por no sacarla, tengo ese llanto mal visto, ese llanto que no es por ti ni por mí, no es humano, es por algo que no importa, es por un puto níspero que ya no está, me podría decir cómo se vive un duelo por algo que no se llora, tal vez en eso me podría ayudar.»
Se están quemando los cerros, fue estrenada en agosto de 2024, y el próximo viernes 17 y sábado 18 de enero a las 20:00 horas será montada en la Sala de Cámara de Teatro Biobío. El texto de la obra pertenece a Carolina Henríquez, quien también la dirige, mientras la actuación y producción general está a cargo de Daniela Ortiz, quien respondió a las consultas de Resumen para esta publicación.
-Sería muy enriquecedor que nos compartieras algunas situaciones o preguntas que rodearon la escritura de Se están quemando los cerros, así como el diseño de su montaje, y cómo las fueron abordando.
El montaje nació desde el más puro instinto de querer hacer una obra juntas (con Carolina Henríquez). Sucedió que el incendio más grande de los últimos tiempos, en la región del Biobío, había recién ocurrido y así como nosotras, otras personas fueron afectadas tanto emocionalmente como a nivel de pérdidas materiales. Lo que nos llevó a levantar un proceso investigativo que duró aproximadamente 1 año y medio. Con oportunidades de residencias artísticas, la obra, que al principio fue un ejercicio escénico, fue tomando forma.
La primera instancia de residencia nació en el proceso de «Prácticas situadas» con Rosa Casado, donde nació la idea de realizar un ejercicio performático a partir de una fotografía (fotografía de una casa quemada, un lugar casi vació que no tenía nada más que cenizas, latas, fierros y restos de escombros). Desde ahí nace la intención y el impulso de utilizar materialidades para una reconstrucción, donde el público, es decir, las personas ahí presentes pudieran también participar de esa reconstrucción, ayudando a armar nuevamente la escena.
Más adelante, cuando nos adjudicamos FAICC (abril 2024) se integraron al elenco Isabel, Fernanda y "scar, quienes sumaron su visión con respecto al tema y crearon a partir de sus perspectivas.
-En distintas ocasiones, el personaje reclama contra el morbo que buscan los medios empresariales de comunicación al entrevistarla. ¿De qué manera fueron diseñando esos planteamientos?
Me tomo la atribución de responder ésta pregunta, que es más bien una propuesta desde la dirección y dramaturgia (Carolina Henríquez) pero sí creo que de alguna manera marcó a muchas personas el impacto periodístico detrás de esas preguntas ¿Cómo se siente después de haberlo perdido todo? o ¿Qué va hacer ahora que viene navidad?
No hay nada que pueda consolar ante tanto dolor y como bien dice la directora de la obra: «Aquí la realidad supera la ficción». Las obras están hechas para que el espectador logre sacar sus propias conclusiones.
-La Fanfarrona Teatro montó hace algunos años El Desaparecido, de Juan Radrigán y, particularmente, en Se están quemando los cerros es difícil ignorar su influjo en la hondura y sensibilidad con la que construyen el personaje. ¿Qué piensan de ello?
Wow, no había hecho esa similitud entre El Desaparecido y Se están quemando los cerros. Pero sí creo que el hilo conductor más latente es la empatía. A mí no se me murió nadie pal' 73, a mí no se me quemó la casa. Pero siento y lamento profundamente que exista y que siga existiendo el dolor colectivo y masivo por situaciones que están completamente fuera de nuestro alcance o de nuestro control.
No es necesario ser un asesino para interpretar a uno. No es necesario vivir una experiencia particular para empatizar. Eso es algo que no me gustaría que se acabara nunca, la indiferencia ante las injusticias no debería ser protagonista, la protagonista debería ser siempre la empatía. Nos llenamos de estímulos, de pantallas, pareciera ser que el camino va para otro lado, pero el abrazo es mucho más reconfortante.
– ¿Por qué creen importante que la comunidad de la provincia de Concepción pueda presenciar esta obra?
Ésta es una hermosa oportunidad para visibilizar éste trabajo, ya que el Teatro Bio Bio tiene un público fidelizado que esperamos nos acompañe en estas dos funciones del próximo viernes 17 y sábado 18 de enero. Los sueños son grandes y nos gustaría mucho poder llegar a otros lugares. Ser partícipes de un encuentro en Santa Juana, Valparaíso y por qué no en el extranjero. Actualmente se vive un incendio al otro lado del continente, que es también una alerta, un llamado a escuchar eso que está pasando en otros lugares, que no somos los únicos, que compartimos el mismo dolor, que el sentimiento es universal.
Ficha artística
Dirección y dramaturgia: Carolina Henríquez
Actriz y producción general: Daniela Ortiz
Diseño de vestuario: Valentina Vergara
Asesoría en diseño sonoro: Oscar Oviedo
Diseño de iluminación y afiche: Isabel Villamán
Asistencia de producción: Fernanda Andrade
Sonido: Fidel Quinán
Registro fotográfico, Téaser y registro audiovisual: David Anabalón
Colaboración en voz grabada: Evelyn Martínez