(Por Ariel Ríos / Resumen.cl) El verano es época para descansar a gusto y una buenas películas no están de más para eso, sobre todo pensando en la mugre televisiva que nos golpea por estas fechas. Esta vez recomendamos una cinta francesa dirigida por Thomas Lilti, un director que además es médico general y de eso nos habla en esta película.
Hipócrates nos habla de un joven médico en su primer trabajo como internista, Benjamín viene de buena familia y tiene todo para triunfar como un destacado doctor, pero la primera destinación es un hospital de la periferia que tiene de todo, menos del glamour de ciertas series televisivas, lleno de inmigrantes y con serias falencias.
Benjamín tiene entonces, un gran problema, luego de errores y duros enfrentamientos con casi todo el mundo, encuentra en Abdel, un médico magrebí, un referente para el ejercicio de la medicina, cuestión que el protagonista no se ha cuestionado hasta ahora, ¿qué sentido tiene el ejercicio de la profesión que eligió?, bueno, esta es la oportunidad que tienen para encontrar ciertas respuestas, aunque la emergencia de la profesión lo cuestiona día a día, ese es el gran conflicto de esta cinta y que no deja indiferente, sobre todo hoy en día, en que la mayoría entra a estudiar carreras más por prestigio o lucro que por vocación o gusto.
Aunque lo anterior parece un dilema añejo de la adolescencia tardía, cuando se trata de manejar la vida o la muerte, la salud de las personas, te enfrentas al dilema material de ejercer tu rol en la economía y la sociedad capitalista, pero bueno, esa es una reflexión personal en relación a la película, Lilti no entra en esto: pero en lo que si entra, es en desnudar las graves falencias del sistema sanitario francés, máquinas viejas, racismo, maltratos laborales y otras linduras, ¿les suena?, si, en todas partes se cuestiona una gestión basada en el mercado y en eso Europa no es distinta.
Pero como esto es una columna para no ver tele en verano, debemos decir que la película tiene buen ritmo, está llena de distintas situaciones que van alimentando el conflicto personal de Benjamín y Abdel, así como va demostrando la patética situación social y laboral que afecta a la sanidad europea dirigida a los pobres e inmigrantes producto de la crisis capitalista que hoy se usa para recortar ayudas sociales, tengan por seguro que harán un descubrimiento de otro "mundo desarrollado" y a la vez, pasar un buen momento al constatar el buen oficio del director y médico francés.
En fin, para ir cerrando, decirles que la película que hace referencia al padre griego de la medicina, Hipócrates, famoso por el juramento que hacen los médicos al egresar; pero es bueno no olvidar que él fue el primero en separar la superstición religiosa de la práctica médica, que lo recuerden los galenos de hoy, que entiendan a Hipócrates y los conflictos de Benjamín en esta película les ayudaría a recordarlo.