Fue el pasado 19 de septiembre, en medio de la celebración del Día de las Glorias del Ejército, cuando el grupo Guacamaya publicó alrededor de 350 gigabytes de información militar, equivalentes a más 400.000 correos electrónicos del Estado Mayor Conjunto, los que han desatado diversas polémicas y que hasta el día de hoy aún pueden descargarse para su lectura e investigación.
Por Macarena Montes
A través de un comunicado el grupo de hackers que se autodenomina como «Grupo Guacamaya» expresó que «Filtramos sistemas militares y policiales de México, Perú, Salvador, Chile, Colombia y entregamos esto a quienes legítimamente hagan lo que puedan con estas informaciones», declaró el grupo a través de un comunicado.
Hasta ahora, la información revelada apunta a gasto de recursos públicos en espionaje a organizaciones sociales, ollas comunas, las juventudes comunistas, los gastos en viáticos en estados de excepción, entre muchas otras y más información aún revelarse.
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Los hacktivistas expresaron que en el caso chileno se pueden buscar documentos sobre militarización del Wallmapu mediante las palabras «SITREP Araucanía». También son de interés los correos del usuario «[email protected]» y los informes de «JENAINPOL». En ambos casos se detallan operaciones militares, así como acciones de manifestación ciudadana u objetivos que están siendo investigados por Carabineros y la PDI.
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Para revisar los mails puedes usar el buscador adjunto en el siguiente link.
Para ocupar el buscador debes usar el usuario: [email protected] y la clave: hunter2
También pusieron a disposición el siguiente link con la información más detallada.
La información surgida a través de este hackeo es otro elemento que confirma la necesidad urgente de reforma a las Fuerzas Armadas, pues están dedicando gran cantidad de tiempo y recursos públicos de todos los chilenos y chilenas a tareas ajenas a su rol, como «seguimiento» y revisión de redes sociales de grupos que les parecen peligrosos simplemente por hacer cierto tipo de actividades. Es urgente que los uniformados se limiten a sus funciones y abandonen la paranoica idea de «enemigos internos» inculcada por la Escuela de las Américas durante la Guerra Fría y dejen de despilfarrar nuestro dinero en acciones irrelevantes.