[resumen.cl] La ONG internacional Greenpeace se encuentra en el ojo del huracán en Argentina luego que exempleadas acusaran a la sede regional y a su directiva de violencia de género y acoso. La dirección regional de Greenpeace en Argentina es la misma plana que dirige a la filial en Chile y Colombia.

La exjefa de campaña política, Eugenia Testa, y las excoordinadoras de Greenpeace Consuelo Bilbao y Lorena Pujó, son quienes abrieron las denuncias contra la sede regional de la ONG ambientalista. Los dardos dirigidos principalmente a su director, Martín Prieto. Las expleadas acusan que hace tres años hicieron reiteradas denuncias internas en las oficinas en Buenos Aires (que abarcan el área de la Argentina, Chile y Colombia), situación que en sus palabras derivó en su despido, al no recibir respuesta durante estos tres años, decidieron hacer la denuncia de manera pública.

Al darse a conocer la denuncia, al menos diez mujeres más publicaron mensajes en redes sociales en que describen haber vivido experiencias similares.

El medio trasandino La Nación se contactó con Greenpeace para conocer su versión de los hechos y la organización negó las acusaciones y las atribuyó a motivos políticos. «Lo que dicen es falso, no hubo acoso laboral», sostuvo la directora política de la sede local, Natalia Machain. «Estas tres exempleadas fueron desvinculadas en 2014 porque pasaron a formar parte de una agrupación política, Los Verdes, lo cual es incompatible con las normas de Greenpeace», versión desmentida por las denunciantes que aseguran nunca haber militado en aquel partido político.

El acoso

Consuelo Bilbao afirma: «Cuando viajábamos a otro país en campañas pasábamos 15 días en un departamento y el Director Ejecutivo, Prieto, se paseaba en calzoncillos. No éramos amigos ni teníamos esa confianza. En ese momento eran cuestiones naturalizadas, pero cuando las expusimos ante los directores, ante la Junta Consultiva y ante la dirección internacional, fuimos despedidas, sin motivo ni causa».

Mientras, el exjefe de prensa de Greenpeace entre 2011 y 2015, Gustavo Stancanelli, se sumó a las denuncias como testigo de aquellos hechos: «Un director compartía con el resto de los empleados fotos de una de las voluntarias, que tenía 20 años, desnuda. También hablaba de sexo, de la cantidad de personas con las que tenía relaciones sexuales. Mientras tanto, las mujeres tenían que trabajar el doble de tiempo», declaró a La Nación de Argentina. Posteriormente añadió:»Uno de los casos de acoso más graves era el de un Director de Logística, Leonardo Silva, contra una asistente de prensa. Él la buscaba, ella lo rechazaba. Entonces empezó a acosarla dentro de la oficina. La hostigaba, la insultaba, la trataba de tonta en reuniones, delante de todos. El acoso era de tipo sexual. Ella reportó esta situación al Director Ejecutivo y le dijo que lo responsabilizaba, pero nunca tuvo respuesta. La situación duró un año y medio, todos sabían lo que pasaba».

«Todo explotó durante un viaje a Chile», siguió Stancatelli. «Greepeace iba a hacer una acción grande, subiéndose a miles de metros de altura en defensa de los glaciares. El director y la asistente de prensa convivieron varios días y él no paró de acosarla, hostigarla, sacarla de las reuniones, humillarla. Entonces ella empezó a comunicarse conmigo, estaba desesperada. Quería volver, pero el director de Logística no le aprobaba el cambio de pasajes. Tuvo que quedarse varios días más, se quejó y volvió a denunciar el hostigamiento ante varios de los que habían viajado, incluso empleados de Greenpeace Chile». Finalmente agrega «Después de regresar a Buenos Aires, el Director Ejecutivo me pidió que la despidiera. Me dijo que le daba ‘vergüenza’ que una persona de Greenpeace se comportara de esa manera. Le parecía peor que ella exteriorizara lo que le pasaba y no que un director suyo, delante de todos, la maltratara».

La situación terminó en los despidos de las denunciantes y de quienes las respaldaron. En este momento los hechos se encuentran siendo investigados por Greenpeace internacional y por tribunales argentinos.