Los trabajadores de la cadena de farmacias han enfrentado un duro camino en sus negociaciones con los nuevos dueños. Ayer se llevó a cabo la última reunión de la mediación obligatoria con la Inspección del Trabajo, un proceso que ha estado marcado por tensiones y falta de acuerdos.

Por Valentina Subiabre

El sindicato N°1 de Farmacias Ahumada, con cerca de 1.200 trabajadores, ha anunciado la posibilidad de ir a huelga tras una estancada negociación. Jaime Alcaíno, dirigente del sindicato, expresó su frustración con la administración actual, calificándola como la más intransigente con la que han tenido que negociar. "No ofrecen nada nuevo; mueven los números de un ítem a otro, pero no conceden ni un peso extra desde su primer planteamiento, lo que deja mucho que desear para estos trabajadores calificados, que nunca han bajado los brazos, inclusive en pandemia", declaró.

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El pasado domingo, los trabajadores intensificaron su lucha al lanzar una campaña de denuncia con carteles en los locales, visibilizando las condiciones abusivas que, según ellos, la empresa ha impuesto. Entre las medidas más criticadas está la «polifuncionalidad», una práctica en la que se les obliga a realizar todo tipo de tareas, desde la atención al cliente hasta la limpieza y la seguridad. Esta última ha sido particularmente preocupante, ya que algunos empleados han sufrido robos masivos conocidos como «turbazos» sin contar con protocolos de protección adecuados.

Uno de los puntos clave de la negociación es la mejora en los sueldos base y la gratificación, dado que los salarios actuales dependen en gran medida de bonos y metas que, según los trabajadores, son inalcanzables. «Nos exigen vender ciertos productos, pero muchas veces no están disponibles para la venta", denuncian.

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Otro tema central en el conflicto es el bono de término de conflicto, donde la empresa está ofreciendo apenas una tercera parte de lo que otras cadenas de farmacias entregan a sus empleados en situaciones similares.

La situación laboral de los trabajadores de Farmacias Ahumada ha llegado a un punto crítico, marcado por denuncias de acoso, malas condiciones laborales y sueldos insuficientes. Las denuncias sobre la polifuncionalidad, la inseguridad y los salarios basados en bonos inalcanzables reflejan un clima de creciente tensión. Si la empresa no cede en sus posiciones, el conflicto podría escalar aún más, afectando no solo a los trabajadores, sino también a los miles de clientes que dependen de los servicios de la cadena.

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