Una situación reprochable pero muy común en Chile está padeciendo una adulta mayor de Concepción, a quien el hospital regional le ha aplazado en tres oportunidades la operación de uno de sus ojos. El pasado jueves debía operarse de cataratas, situación que la tiene al borde de la pérdida total de la visión de su ojo derecho, pero le comunicaron el día anterior que su procedimiento se volvía a aplazar, esta vez sin fechas concretas.
Por Juan Contreras Jara
Para las 07:00 del pasado jueves estaba programada en el hospital Guillermo Grant Benavente la operación de una adulta mayor que sufre de miopía en su ojo izquierdo y cataratas en el derecho. La adulta mayor de 67 años de edad estaba realizándose los últimos exámenes para el procedimiento y al medio día de ayer recibió la noticia de que su intervención se suspendía nuevamente.
Una vez más el hospital penquista aplazó su operación, argumentando en esta oportunidad que como la garantía GES (Garantía Explícita en Salud) de la afectada duraba hasta diciembre de este año, le darían paso a las y los pacientes en lista de espera, sin considerar que ella es una adulta mayor, vive sola y estaría perdiendo la visión de su ojo derecho producto de la catarata no operada.
En conversación con RESUMEN, la afectada -quien no quiere exponer su identidad por miedos a represalias en una futura operación-, comentó que «la primera vez que me iba a operar no pude porque no me habían coordinado nada en la operación, estaba todo mal hecho de partida. La segunda vez no me pude operar porque me dio una alergia terrible, que según el doctor fue nerviosa, producto de la dilatación en mi operación y porque a mi mamá le quemaron un ojo en una operación en el mismo hospital. En esta última vez, me quedé con todos los exámenes hechos, incluso me tenía que hacer el PCR y me dijeron que no».
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RESUMEN tomó contacto con el área de comunicaciones del hospital, desde donde nos derivaron hasta la jefa subrogante del servicio de oftalmología, Alejandra Varas, quien comentó las razones del posible aplazamiento en la operación. «En general nuestros pacientes son añosos, con muchas patologías y en particular, durante la pandemia han estado con pocos controles de salud, por lo tanto llega mucho paciente que acá hace una crisis hipertensiva o le sube la glicemia y se deben suspender».
Desde el hospital Guillermo Grant Benavente agregaron que «no estamos suspendiendo pacientes condicionales por la pandemia, pero de ahora en adelante, como la situación está más estable, hemos definido citar uno o dos pacientes condicionales diariamente cumpliendo ciertos criterios, por ejemplo de cercanía o que tenga problema de movilización, etc. Si en estos pacientes no se operan por ser condicionales entran al primer punto de tabla esta semana o la siguiente».
Sobre las repercusiones en su salud, la adulta mayor de 67 años de edad enfatizó en que «la catarata me está avanzando tanto que con el ojo derecho no veo nada. Me dijeron que probablemente en noviembre, diciembre o el otro año, que tenía que seguir esperando. Me las he llorado todas, tengo tanta rabia e impotencia, quede muy mal. A mi me cuesta mucho salir, no puedo tomar micro porque no veo el letrero hasta que esta encima, esto me ha complicado mucho porque juegan con la salud de la gente pobre».
La afectada reparó en el hecho de que le avisaran apenas un día antes de su operación sobre este nuevo aplazamiento, considerando que las listas de espera son de obvio conocimiento del hospital, por lo que deberían haberle dado la fecha de su intervención considerando dicho listado. «Ellos están viendo siempre los papeles, porque llegaron a esta última instancia de darme la hora, darme todo y dejarme aquí dando vueltas. Voy a tener que seguir esperando, porque no tengo otros medios».